El sector comercial de Venezuela ha expresado su solicitud de reactivar el crédito bancario como una medida «urgente» para impulsar el consumo y lograr un crecimiento económico en áreas no petroleras. Según el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), una economía moderna no puede crecer de manera sostenida sin el acceso al crédito bancario, el cual es fundamental para financiar la inversión productiva y el consumo.
La intermediación bancaria y el crédito son aspectos indispensables para facilitar y aumentar las transacciones comerciales, según esta organización gremial. Se ha señalado que el nivel actual de financiamiento es insuficiente en comparación a las necesidades de la economía. De acuerdo con la firma Ecoanalítica, las necesidades mínimas de financiamiento para el sector privado, incluyendo a pequeñas y medianas empresas y emprendedores, ascienden a aproximadamente 6.000 millones de dólares. Sin embargo, en marzo, la cartera de créditos cerró en 878,69 millones de dólares, según cifras oficiales.
Consecomercio también destaca la importancia de promover campañas que fomenten la formalidad en todas las actividades económicas del país, así como la implementación de un plan tributario nacional que revise el marco legal relacionado con los impuestos, eliminando la irracionalidad en este ámbito. Además, consideran necesario que el tamaño del Estado se ajuste a la realidad económica actual, ya que ha disminuido en un 80% entre 2013 y 2021, según estimaciones independientes del Banco Central de Venezuela (BCV).
La organización gremial también propone restaurar la autonomía del BCV, ya que consideran que un Banco Central que actúa de manera complaciente con el Gobierno en turno no beneficia a ningún sector de la población. Mientras tanto, el Gobierno venezolano atribuye la crisis económica a las sanciones internacionales y afirma que la economía nacional creció un 15% en 2022, con una proyección de un aumento del 5% para este año en comparación al año anterior.