Javier Milei ofrecerá su primer discurso como presidente desde la plaza del Congreso

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Las fuerzas políticas que se oponen al nuevo gobierno de Javier Milei están expresando su malestar por su decisión de ignorar a la Asamblea Legislativa al dirigir su mensaje de asunción de espaldas al Congreso. Tanto los peronistas, los radicales como los que comparten ideas con Milei consideran que esta actitud de desprecio hacia la institución más representativa del sistema republicano no es una señal positiva en términos democráticos.

Una vez que reciba el bastón de mando el domingo al mediodía en el recinto de la Cámara de Diputados, el líder libertario tiene la intención de salir a las escalinatas del Congreso para dar su primer mensaje como presidente. Por esta razón, ha convocado a sus seguidores a que asistan a la plaza del Congreso con banderas argentinas para dirigirse directamente a ellos.

Algunos legisladores libertarios intentaron suavizar los comentarios críticos de sus pares, afirmando que esto es un signo de la nueva época que Milei inaugurará en Argentina. Según ellos, no se trata de un desprecio hacia el Congreso ni hacia la «casta política», sino de una forma de comunicación directa con la gente que pretende llevar adelante durante su mandato.

Sin embargo, entre los opositores al nuevo gobierno, hay preocupación por la actitud de Milei de dirigirse solo a sus seguidores e ignorar al resto de la población representada por sus legisladores en el Congreso. Consideran que darle la espalda a la Asamblea Legislativa como un testimonio simbólico de rechazo a la «casta política» también es un desprecio hacia el 44% de los argentinos que no votaron por La Libertad Avanza.

Algunos legisladores afines a las propuestas de Milei también señalan la paradoja de que ignore a este cuerpo de intermediación que Juan Bautista Alberdi, inspirador de la Constitución Nacional, exalta como el más plural del sistema republicano.

El líder del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, expresó su malestar al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien es cercano a las ideas libertarias. Martínez advirtió que no es un buen precedente que el presidente no dirija sus primeras palabras a todo el pueblo de la Nación. A pesar de esto, su bloque permanecerá sentado en sus bancas aunque el presidente dé media vuelta para dirigirse a las escalinatas del palacio y dar su discurso ante sus seguidores. Según Martínez, cumplirán con su rol institucional más allá de lo que haga Milei.

Otro legislador, de manera enigmática, agrega que Milei ignora lo que está ignorando. Es decir, el nuevo presidente no dimensiona que, al ignorar al Congreso, genera un clima de malestar innecesario justo antes de enviar un ambicioso paquete de proyectos de ley con los que pretende iniciar su gestión. Dado que no tiene mayoría propia para aprobarlos, necesitará la colaboración de los bloques opositores. Sin embargo, su desprecio al Congreso en su primer día de gestión no contribuirá a ese propósito.

Milei, por su parte, está convencido de que el capital político que le otorgaron los votos obtenidos en el balotaje será suficiente para implementar cambios de shock y enfrentar la crisis económica e inflacionaria. Sin embargo, la oposición considera que la «casta» política debería acompañar su mandato. El presidente electo sabe que debe revalidar y exhibir constantemente su aprobación popular, por lo que necesita dirigirse a la calle.

Tanto los legisladores que simpatizan con Milei como los que se oponen a él coinciden en que si logra sancionar antes de fin de año el núcleo básico de las reformas que pretende implementar, buscará gobernar por decreto y prescindir del Parlamento. Descartan que el paquete de leyes que enviará contendrá una serie de delegaciones para manejar la administración sin necesidad de acudir al Congreso, donde el apoyo de cada voto opositor tendrá un alto costo.

Los opositores más firmes afirman que Milei intentará «planchar» al Congreso el próximo año, pero creen que la oposición, unida, puede revertir la situación y marcarle la agenda.