En medio de las negociaciones con senadores republicanos para asegurar fondos adicionales de más de 60.000 millones de dólares destinados a la guerra en Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estaría dispuesto a comprometerse a desmantelar el sistema de asilo y revertir sus promesas de campaña. Esta polémica estrategia ha desatado tensiones dentro de su propio partido y generado críticas de expertos en migración y defensores de los derechos humanos.
Con información de EFE
En las discusiones con legisladores del partido opositor, fuentes cercanas a las negociaciones revelaron a EFE que la Casa Blanca ha propuesto medidas restrictivas, como reanudar las expulsiones en caliente en la frontera y ampliar la capacidad del Gobierno para deportar a migrantes. Aunque la Casa Blanca no ha confirmado estas filtraciones, un portavoz del Gobierno indicó que Biden está «abierto a compromisos» si se logran reunir suficientes apoyos.
El agotamiento de los fondos previamente aprobados para Ucrania llevó a la inclusión de financiación adicional para «seguridad fronteriza» en el paquete, una estrategia que los republicanos aprovecharon para exigir mayores restricciones a la migración y al asilo a cambio de su respaldo.
A pesar de las críticas, la Casa Blanca intensificó su influencia en las negociaciones, enviando funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional al Congreso. Sin embargo, numerosos legisladores demócratas, incluido el número dos en el Senado, Dick Durbin, y miembros del caucus hispano de la Cámara de Representantes, rechazan firmemente este posible acuerdo y urgen a Biden a cumplir sus promesas de campaña de revertir las políticas antiinmigración del expresidente Donald Trump.
Los expertos en migración y defensores de los derechos humanos han advertido que las propuestas en consideración, como la reanudación de las deportaciones en caliente, podrían desmantelar el sistema de asilo en Estados Unidos, que actualmente brinda protección a aquellos que temen persecución por motivos de «raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política».
Revivir prácticas como el Título 42, similar a las restricciones negociadas, podría alejar la ley estadounidense del derecho internacional, según Yael Schacher, directora para América de Refugees International. El Título 42, impuesto durante la pandemia por el Gobierno de Trump, resultó en más de 1,8 millones de devoluciones de migrantes entre 2020 y 2021, inflando las cifras de detenciones en la frontera.
Las propuestas que limitan el derecho a buscar asilo podrían tener consecuencias devastadoras, según Adam Isacson de la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), quien advierte que podrían enviar a las personas nuevamente a situaciones de peligro extremo. La Administración enfrenta una división entre aquellos que reconocen la importancia del asilo en los derechos humanos y aquellos que temen las repercusiones electorales ante la llegada masiva de migrantes a la frontera