Después de que Estados Unidos levantara las sanciones a Venezuela, la empresa china Sinochem Corp adquirió un millón de barriles de petróleo venezolano para su llegada en diciembre. Sinochem acordó comprar el cargamento de crudo pesado venezolano Merey a un precio más bajo que el petróleo Brent fechado sobre la base de entrega ex-buque (DES), según fuentes cercanas a la transacción.
Esta adquisición representa un nuevo capítulo en la relación entre Sinochem y Venezuela, ya que la empresa china ha sido cautelosa a la hora de negociar con petróleo sancionado en el pasado.
Antes del levantamiento de las sanciones, las refinerías chinas independientes eran los principales compradores del crudo Merey. Sin embargo, dejaron de adquirirlo en 2019 debido a temores de posibles sanciones secundarias por parte de Estados Unidos. Sinochem, por su parte, ha evitado negociar con petróleo sancionado durante mucho tiempo para proteger su negocio en general.
La adquisición de este cargamento de petróleo venezolano por parte de Sinochem demuestra un cambio en la postura de la empresa china. Aunque Sinochem ha tenido plantas subsidiarias configuradas para procesar petróleo crudo pesado, hasta ahora había evitado adquirir petróleo venezolano. Sin embargo, con la suspensión de las sanciones, la empresa china ha decidido aprovechar esta oportunidad.
El cargamento se entregará en la refinería Changyi de Sinochem en la provincia oriental de Shandong. La empresa ha asegurado que todas sus operaciones se llevan a cabo en cumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios.
Antes del levantamiento de las sanciones, los cargamentos de crudo venezolano a China solían ser etiquetados como provenientes de Malasia para evadir las restricciones.
En general, la relajación de las sanciones ha permitido que los envíos de crudo y combustible venezolanos con destino a Asia disminuyan en noviembre. Esto ha abierto la posibilidad para que Venezuela pueda exportar su petróleo a cualquier mercado.
Sin embargo, es importante destacar que sigue existiendo un escenario de incertidumbre en torno a las futuras relaciones comerciales entre Venezuela y países como Estados Unidos y China, lo que podría afectar la industria petrolera venezolana en el futuro.