La comunidad LGBTQ+ en Ghana enfrenta una grave amenaza luego de la aprobación de una nueva legislación por parte del Parlamento del país. Según esta ley, cualquier persona que se identifique como parte de esta comunidad puede enfrentar hasta tres años de prisión. Además, se impone una pena máxima de cinco años para aquellos que formen o financien grupos relacionados con las diversidades de género y orientación sexual.
Aunque hubo intentos de cambiar las penas de prisión por servicios comunitarios y asesoramiento durante la aprobación del proyecto de ley, no tuvieron éxito. Esta nueva legislación refleja la creciente oposición a los derechos LGBTQ+ en Ghana, una nación conservadora de África Occidental.
Para que la ley entre en vigor, debe ser promulgada por el presidente Nana Akufo-Addo, quien ha declarado que la firmará si así lo desea la mayoría de los ghaneses. Cabe mencionar que el sexo entre parejas del mismo sexo ya es ilegal en Ghana, con una pena de prisión de tres años para los culpables.
Amnistía Internacional ha advertido sobre las amenazas que esta ley representa para los derechos y libertades fundamentales de las personas LGBTQ+. Los activistas temen que se desate una caza de brujas contra los miembros de esta comunidad y aquellos que luchan por sus derechos, lo que llevará a muchos a tener que esconderse.
La jefa del organismo de la ONU que lucha contra el VIH y el Sida, Winnie Byanyima, ha afirmado que esta ley aumentará el miedo y el odio, podría incitar a la violencia y afectar negativamente la libertad de expresión, la libertad de movimiento y la libertad de asociación. Además, obstaculizará el acceso a servicios de vital importancia y pondrá en peligro el desarrollo del país.
La ley también establece una pena de hasta 10 años de cárcel para quienes participen en campañas LGBTQ+ dirigidas a niños. Además, anima al público a denunciar a los miembros de esta comunidad a las autoridades para que tomen medidas en su contra.
Los parlamentarios han argumentado que esta ley es una respuesta a la apertura del primer centro comunitario para personas de diversidad sexual en Ghana, el cual fue cerrado por la policía después de manifestaciones y presiones de grupos religiosos y líderes tradicionales en un país mayoritariamente cristiano.
Es importante destacar que esta versión aprobada por los legisladores es una versión suavizada de un borrador anterior, en la cual se han reducido las penas de cárcel y se ha eliminado una cláusula sobre las terapias de conversión. Durante el debate, se sugirieron nuevos cambios, como la posibilidad de que las personas condenadas por ser miembros de la comunidad LGBTQ+ sean encarceladas o se les obligue a realizar servicios comunitarios y recibir asesoramiento, pero los legisladores que apoyaban las penas de prisión interrumpieron la discusión para votar el proyecto de ley.