El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su preocupación por las posibles implicaciones de Venezuela en el asesinato del exmilitar Ronald Ojeda en Santiago. Durante un encuentro con medios internacionales, Boric destacó el reconocimiento por parte del gobierno de Nicolás Maduro sobre la existencia del Tren de Aragua y su disposición para colaborar en la investigación del crimen.
La Fiscalía chilena afirmó que el asesinato, con un supuesto móvil político, fue planeado desde Caracas, lo cual Boric calificó como una grave violación de la soberanía. A pesar de ello, el mandatario no mencionó medidas como la ruptura de relaciones diplomáticas, aunque no descartó evaluar las consecuencias en un futuro cercano, según informó el medio español El País.
«Evidentemente, cualquier violación de la soberanía por parte de cualquier país es un agravio mayor y sería sumamente grave. Las consecuencias de esto, en caso de comprobarse, las evaluaremos y comunicaremos en su momento, no corresponde anticiparlas», declaró Boric.
Durante el encuentro con los periodistas, el presidente chileno también abordó temas de política interna y externa, y condenó las violaciones de derechos humanos en Venezuela. Además, confirmó la próxima visita del presidente brasileño a Chile y una llamada con su homólogo colombiano Gustavo Petro, en la que discutirán las elecciones presidenciales en Venezuela que están programadas para el 28 de julio.
Boric instó al régimen de Maduro a garantizar un proceso electoral transparente y validado por observadores internacionales imparciales, ya que, según afirmó, el mundo está pendiente de los resultados. También anunció medidas para hacer frente al ingreso irregular de migrantes a través de la extensa frontera del país, incluyendo un aumento de la presencia militar en la zona.