Especialistas del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos (Redac) han instado a los gobiernos a implementar políticas públicas que protejan a los migrantes y refugiados venezolanos, según un informe titulado «Las Rutas Migratorias Más Peligrosas de América». Este informe busca dar voz a los venezolanos que necesitan protección internacional y revela un cambio en el flujo migratorio, con un aumento de personas que optan por rutas irregulares hacia Estados Unidos, a pesar de los desafíos que esto implica.
Aquellas personas que eligen rutas migratorias irregulares se enfrentan a una serie de riesgos y desafíos, como la violencia y la extorsión por parte de grupos criminales, el tráfico de personas y la explotación sexual, la falta de acceso a alimentos, agua y atención médica, las detenciones arbitrarias y las deportaciones sin garantías legales, la xenofobia y la discriminación por parte de las comunidades locales, y la falta de respuesta adecuada.
Una de las rutas más peligrosas es la Selva del Darién, por donde cruzaron 328,667 venezolanos en 2023, según el informe. Además, se informa que entre el 60% y el 80% de las mujeres y niñas migrantes que viajan a Estados Unidos a través de México son víctimas de abuso sexual en algún momento de su trayecto. También se destaca que el 94% de las personas víctimas de trata en América son mujeres y niñas.
Ante este panorama, los expertos que presentaron el informe hacen un llamado a los Estados, organizaciones internacionales y sociedad civil para que implementen políticas públicas que protejan los derechos de los migrantes y refugiados, y fortalezcan los mecanismos de cooperación regional para abordar la crisis migratoria de manera integral.
También se enfatiza la necesidad de combatir el tráfico de personas y las redes criminales que se benefician de la migración irregular, así como promover la inclusión social e integración de los migrantes y refugiados en las comunidades de acogida.
Los especialistas consideran que es importante documentar la crisis de movilidad humana venezolana, centrándose especialmente en las rutas migratorias más peligrosas, y también identificar las brechas y desafíos en la respuesta regional a esta crisis.