¡A votar!

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Si algo han hecho los venezolanos de manera persistente durante los últimos 65 años es participar y votar en procesos electorales. En 1963, con una insurgencia guerrillera en pleno desarrollo, 92,2% de los 3,3 millones de registrados para sufragar concurrieron a las urnas. Un respaldo contundente a la democracia iniciada 5 años antes. Es cierto, también, que en este primer trecho del siglo XXI se ha puesto en duda la utilidad del voto para enfrentar a un régimen que controla todos los poderes institucionales, empeñado en alejar a los ciudadanos del ejercicio de sus derechos políticos y desconocedor de la voluntad popular, como ocurrió en 2015 cuando las fuerzas opositoras arrasaron en la elección parlamentaria.

El Nacional

La vocación mayoritaria del pueblo venezolano es democrática. La primaria de este domingo, de la que saldrá la candidatura unitaria para las elecciones presidenciales del segundo semestre de 2024, es la ratificación de esa vocación. La primaria se realiza, incluso, contra el deseo expreso y manifiesto de quienes ocupan el poder en Miraflores. Hasta última hora han puesto, y ponen, obstáculos a su concreción, porque lo que recorre al régimen de arriba a abajo es la pretensión de cerrar todas las vías para el cambio político.

Exponer los resultados del desastre acumulado durante casi un cuarto de siglo no cabe en estas líneas. Baste señalar tres rasgos: a Venezuela la define hoy una situación de Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), sufrida aquí y entendida en todo el mundo democrático; cerca de 8 millones de ciudadanos han salido del país, como nunca antes ha ocurrido en la historia de la nación; y unos 300 venezolanos siguen en prisión por motivos políticos, víctimas de atropellos, torturas y malos tratos y retardos procesales.

Cuando hoy se vota en los 3.010 centros dispuestos por la Comisión Nacional de Primaria (CNP)  en todo el país, y en 80 ciudades del mundo, se hace para levantar una fuerza política, de todos los colores y de todas las angustias, con la capacidad para rescatar y transformar el país, reconducirlo a la senda democrática, que reparta progreso y bienestar entre sus ciudadanos y recupere su voz por las causas justas y nobles en un mundo de extraordinarios avances y calamidades por extinguir.

El proceso de la primaria opositora se inició en noviembre del año pasado en el contexto de un clima de apatía y resignación que hoy, casi un año después, ha virado de forma ilusionante. La exacta y serena conducción de la CNP junto con la participación valiente y decidida de los candidatos y sus organizaciones, que han recorrido ciudades y pueblos con ese mensaje del cambio político democrático, permitirán el surgimiento de una candidatura legitimada por la voluntad de los ciudadanos que se constituirá un hecho político de enorme trascendencia.

A votar hoy. Con calma y firmeza, con la convicción de que este acto de manifestar nuestra elección nos pertenece. A votar hoy, porque es un desafío, y somos gente de coraje probado en dos décadas de sufrimiento y lucha diaria. A votar hoy, porque Venezuela es infinitamente mejor que su presente.