En Venezuela, las organizaciones no gubernamentales y los activistas se enfrentan a un entorno hostil y lleno de dificultades mientras luchan por defender los derechos humanos de las personas LGBTIQ+. La importancia de estas ONG en un país que carece de garantías constitucionales y democráticas se hizo evidente durante el caso de la detención de 33 hombres en un local privado en Valencia a finales de julio.
Después de semanas de protestas y reclamos, el caso terminó con el sobreseimiento de 30 de ellos. Sin embargo, todos ellos fueron víctimas de un procedimiento injusto y sufrieron vejaciones por parte de las autoridades. Aunque aún no está claro si se iniciará una investigación contra los funcionarios involucrados, la exigencia actual es la liberación de los otros 3 hombres.
El activismo y los esfuerzos de las ONG y los activistas LGBTIQ+ en este caso, que atrajo la atención de organizaciones internacionales, son un ejemplo de unidad en la lucha por los derechos humanos, no solo en Venezuela. Según el activista Geo Pérez, fundador de la organización Okay,no, en el estado Zulia, este logro simbólico demuestra que se puede tener un impacto significativo en la conciencia pública y en la lucha por la justicia. Sin embargo, Pérez reconoce que queda mucho por hacer, ya que la homofobia de Estado persiste.
Las diferencias dentro del movimiento LGBTIQ+ no impiden que los activistas se unan cuando se violan los derechos de las personas de esta comunidad, según el abogado Jeffrey Materano, miembro del Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+. Destaca la política de criminalización del Estado hacia los grupos que simplemente exigen el reconocimiento de derechos humanos y enfatiza la importancia de seguir presionando para lograr un cambio real en las políticas públicas y las actitudes gubernamentales.
El contexto en el que se lleva a cabo el activismo y la protesta en Venezuela es duro, con pocas características democráticas y muchos obstáculos para quienes defienden los derechos humanos. Las trabas impuestas por el régimen socialista incluyen el registro de las ONG, la apertura de cuentas bancarias y la discriminación y el rechazo hacia las organizaciones que trabajan con personas LGBTIQ+. Además, el financiamiento para estas organizaciones es escaso, lo que dificulta aún más su labor.
A pesar de estos desafíos, los activistas LGBTIQ+ en Venezuela se mantienen creativos y se apoyan mutuamente para adaptarse a diferentes contextos y apoyar a las personas en cada situación particular. Sin embargo, la falta de respuesta por parte de las instituciones y el gobierno ha generado frustración y agotamiento entre los activistas.
El activismo en Venezuela se enfrenta a la negación de los derechos por parte del Estado durante más de 20 años. Los líderes del país no muestran interés en reconocer los derechos de las personas LGBTIQ+. Además, los grupos religiosos antiderechos tienen un lobby más poderoso y acceden a más recursos que el movimiento sexodiverso.
Otro desafío para el activismo LGBTIQ+ en Venezuela es la baja participación de mujeres en el movimiento. La mayoría de las organizaciones están lideradas por hombres y no se ocupan de los temas que afectan a las mujeres. Sin embargo, el feminismo ha ayudado a crear conciencia de que la lucha por los derechos no se limita solo a las personas LGBTIQ+, sino que también involucra a personas de diferentes grupos marginados.
A pesar de todas las dificultades, los activistas LGBTIQ+ en Venezuela continúan trabajando para garantizar los derechos de las personas de esta comunidad. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, su trabajo es valioso y contribuye al avance de los derechos humanos en el país.
Que significa LGBTIQ+
Es una sigla universal que representa a distintas identidades y expresiones de género, y orientaciones sexuales. Son las iniciales de Lesbiana, Gay, Bisexual, Trans, Travesti, Intersexual, Queer y otras identidades no incluidas en las anteriores.
Y que significa Queer: El término Queer en inglés significa “raro, extraño, inusual”.