Hoy el equipo celebra el legado de Miguel Otero Silva y aplaude la ardua labor de su hijo, Miguel Henrique Otero, su presidente editor, de seguir comunicando la verdad aún en tiempos de crisis
Por Genesis Reyes – El Nacional
Desde su fundación, en el año 1943, El Nacional inició una travesía llena de obstáculos hasta convertirse en un medio de comunicación que hoy, en su aniversario 79, es referencia para Venezuela y el mundo.
A pesar de que en las últimas dos décadas ha enfrentado las arremetidas de un Estado que atenta constantemente contra la libertad de expresión, conducta que derivó en el desalojo y despojo arbitrario de su emblemática sede en 2020, El Nacional se mantiene firme y hoy celebra casi ocho décadas informando.
“Sobrevivimos y seguimos dando pelea”, indicó Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional.
Duro golpe a la libertad de expresión
Otero señaló que la pérdida de la sede principal “fue un golpe duro, porque el edificio era el patrimonio físico más importante del periódico”.
Además, precisó, “con esa expoliación, se quedaron con la rotativa y con toda la tecnología que se tenía para producir la edición impresa; de igual manera con los locales que había alquilados”.
Relató que el patrimonio fue arrebatado por un gobierno que utilizó a la Guardia Nacional Bolivariana como medio para apoderarse de la sede. Ingresaron “con armas largas, sin respaldo legal o documentación, como lo hacen los bárbaros”, condenó.
Señaló que “se quedaron con el edificio y hasta ahora no han hecho absolutamente nada con las instalaciones”.
No obstante, advirtió que el abandono de la estructura no le sorprende, debido que “cada expropiación realizada por el chavismo se hace con la finalidad de que se destruyan” los bienes. “Ni siquiera hacen el menor intento en desarrollar algo positivo”, criticó.
Aún cuando el medio de comunicación se quedó sin una base de operaciones física, El Nacional ha sabido reinventarse para proseguir en la lucha y seguir informando.
Para el momento en que su equipo fue desalojado, el periódico ya contaba con su página web, una de las primeras de cualquier medio en Venezuela. Actualmente “seguimos siendo el mismo medio digital, pero con más tráfico, más penetraciones y mística para trabajar”, explicó Otero.
Consideró, por otra parte, que todas las empresas encaran grandes limitaciones a la hora de laborar en el país, y citó, por ejemplo, “la mano de obra calificada que ha huido de Venezuela, de donde se han ido casi siete millones de personas”.
“Se ha ido la clase media, los técnicos, quedan muy pocos. Y eso es una limitación para cualquier empresa que tenga algún tipo de manufactura. Producir un periódico es una manufactura, y es muy complicado”, señaló.
A la fuga del capital humano venezolano, también se suma la represión por parte del Estado contra la libertad de prensa. El de Nicolás Maduro “es un régimen que persigue a los periodistas y a los medios de comunicación, que tiene como meta la hegemonía comunicacional, ese es el modelo cubano, en donde no hay ningún tipo de disidencia, crítica, ni información que no sea la controlada por el régimen. Esas son grandes limitaciones”, dijo.
Las amenazas del Estado no solo afectan a los medios de comunicación, sino a todo aquel que quiera enviar un mensaje y revelar la verdad de lo que sucede en el país. En palabras de Otero: “No es solamente la limitación de no tener unas instalaciones, también es el trabajo de la represión. Limitaciones de poder informar cuando a las fuentes de información las reprimen. Y las limitaciones físicas que implica la crisis económica que vive Venezuela, que además es consecuencia de un régimen como el que tenemos”.
El futuro es seguir trabajando
Sin temor a enfrentar los retos venideros, El Nacional, en su 79 aniversario, se traza nuevos propósitos para alcanzar un mejor mañana. “El futuro es seguir trabajando, luchando e informando”, afirmó el presidente editor.
El Nacional representa para el continente una referencia de la perseverancia y el trabajo duro, sobre cualquier obstáculo. Y esto se debe a “su lucha y prestigio, que se creó de la mano de una buena cantidad de escritores e intelectuales que han colaborado, que siguen colaborando y que irá en aumento”, puntualizó Otero.
Destacó, de igual manera, las grandes alianzas que logró El Nacional en los últimos tiempos con periódicos de todo el continente. “Se está aprovechando el potente tráfico que tiene, desde la Patagonia hasta los Estados Unidos, para desarrollar un proyecto que no sea solamente venezolano, sino un proyecto regional”, manifestó.
Enfatizó sobre la importancia de la sociedad ante el escenario político en el que se desenvuelve América Latina e Iberoamérica, amenazada por populismos de izquierda. “Todos estos regímenes son destructivos y generan miedo en los medios de comunicación. El Nacional va a cubrir el espacio, va a informar, a llamar a quienes quieran opinar, va a hacer su trabajo. Pero lo va a hacer a nivel regional, en toda América Latina”, indicó.
Miguel Otero Silva, fundador del diario El Nacional, dejó una huella histórica para el periodismo latinoamericano. Su hijo, Miguel Henrique Otero, señaló que su padre “era un periodista que antes había tenido otros periódicos. Manejó un periódico de izquierda, también uno muy importante llamado El Morrocoy Azul, el cual era un impreso humorístico que salía los sábados”.
Aquel semanario generaba mucha conmoción, tanto en Caracas como en el interior del país.
Su abuelo, Henrique Otero Vizcarrondo, que era un industrial y fundador de la electricidad de Barcelona, veía lo que hacía Otero Silva y decía que no era un medio serio, dijo.
Otero Vizcarrondo viajó a Boston, en medio de la Segunda Guerra Mundial. “Había un periódico nazi en Boston que quebró y lo cerraron. Entonces, mi abuelo compró esa rotativa. Sorteando los submarinos alemanes en un barco, montó la rotativa”, indicó.
Con la maquinaria ya en sus manos, dijo decidido a su hijo: “Mira, vamos a hacer una cosa seria. Tú oficio, el periodismo, es demasiado bueno para que estés haciendo periódicos militantes o periódicos humorísticos. Tienes que hacer un periódico serio”, recordó Otero.
Aniversario de El Nacional con metas cumplidas
Así fue como nació El Nacional. “De hecho, El Nacional tenía que arrancar el 3 de julio, estaba todo listo para que arrancara, pero no funcionó. Por ello inició sus operaciones el 3 de agosto de 1943”, expresó Otero.
En su 79 aniversario está claro que El Nacional está consolidado como un diario con presencia dentro y fuera del país, gracias al arduo esfuerzo de su directiva y de sus trabajadores.
Para Otero, los millones de venezolanos que adquirieron el periódico impreso durante décadas, los mismos que se han actualizado para seguir al diario digital, son evidencia de que se ha logrado la meta que se trazó su padre.
“El Nacional se convirtió en el periódico más importante de Venezuela, el periódico de la opinión, de los intelectuales. Es el diario que genera cambios, es referencia nacional e internacional. Además, es el medio de las ideas. Era el periódico de las transformaciones, y eso era lo que Miguel Otero Silva quería”, afirmó.
Fue tanto lo innovador y la fuerza de cambio que ejerció El Nacional en sus inicios, que cuando se fundó, en 1943, lo hizo con un papel literario, algo que a juicio de Otero no se había visto en ningún periódico de América Latina. “Ni siquiera se soñaba con tener un Papel Literario, ni páginas culturales. Entonces El Nacional los tuvo; eso era una marca importante en la intención de impulsar los procesos de cambio”.
Hoy se cumplen el 79 aniversario de gran lucha, resistencia y trabajo duro. El equipo de El Nacional celebra la visión de Miguel Otero Silva. Lo que era solo una idea, se materializó en el periódico más importante de Venezuela, y uno de los más importantes en América Latina.