Así anda la economía venezolana (y cómo adaptarnos a un dólar rumbo a Bs 62)

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El dólar paralelo subirá hasta Bs 62,5 al cierre del año, la inflación cerrará en 228% y algunos sectores de la economía crecerán un poco más: estas son las previsiones fundamentales de Ecoanalítica para el resto de este 2023 de desilusiones, en una economía entrampada y estabilizada en el foso.

Que las cosas no andan bien por aquí para Venezuela, las empresas, la familia y cada persona común es ya bien conocido. Basta con asomarse a la ventana, con ver las colas por gasolina, prender las velas de los apagones o tratar de hacer una compra básica con solo dos salarios.

Pero la gran incógnita a despejar es cuánto durará esta nueva fase, cómo seguir adaptándonos para no morir arrastrados por este deslave, y cómo aprovechar las oportunidades (que las hay), porque la economía, como la vida y el agua, siempre encuentran su camino para persistir y seguir adelante.

Esta podría ser una de las deducciones finales tras el foro de Ecoanalítica «Cuando el futuro se convierte en ilusión», en el que este jueves 8 de junio un panel de los reconocidos expertos Pedro Palma, Asdrúbal Oliveros, Graciela Urdaneta, Luis Vicente León, Félix Seijas, Francisco Monaldi y Adriana Arreaza expusieron, cada uno en sus respectivas áreas, lo que podemos esperar del resto de este estancado 2023 y más allá.

En esta novela sin suspenso, hay algunos asuntos claros: el dólar eventualmente va a seguir subiendo, el ingreso petrolero tiene un techo bajito, la inflación más alta del mundo sigue estando por aquí, el crecimiento de la economía es poco e insuficiente, no se esperan aumentos del ingreso real de las personas y los servicios públicos seguirán en su estado deplorable por falta de inversiones.

«No vemos la posibilidad de que este tipo de cambio se pueda sostener», apunta Pedro Palma, uno de los más respetados patriarcas entre los economistas venezolanos, académico, consultor, y uno de los que advirtió desde hace 10 años el «tsunami cambiario» que venía a terminar de hundir a la economía venezolana.

«Es muy poco probable que se pueda mantener la estabilidad cambiaria», agrega respecto al tipo de cambio que está en torno de 27 bolívares por dólar este viernes 9 de junio y con claras señales alcistas tras varias semanas sin muchos sobresaltos.

Las economistas Graciela Urdaneta y Adriana Arreaza, Junto a Asdrúbal Oliveros, parte del panel reunido por Ecoanalitica en su foro en el hotel Marriot, El Rosal, Caracas.
El dólar paralelo subirá hasta Bs 62,5 al cierre del año, la inflación cerrará en 228% y algunos sectores de la economía crecerán un poco más: estas son las previsiones fundamentales de Ecoanalítica para el resto de este 2023 de desilusiones, en una economía entrampada y estabilizada en el foso.
Los economistas Luis Vicente León y el experto en estadísticas Félix Seijas analizaron el escenario político y social. Pedro Palma enfocó la macroeconomía y Francisco Monaldi, vía Zoom, se centro en el escenario petrolero.

Consejos de oro

Como de nada sirve la valiosa información si no sabemos qué hacer con ella, en esta reseña libre del foro comencemos por el final: las recomendaciones del economista Asdrúbal Oliveros a nombre de Ecoanalítica, una muy conceptuada firma que hace sus propios estudios de campo para evaluar el curso del dinero en Venezuela.

«El problema es que somos una economía estabilizada en el foso», señaló Oliveros en su presentación tras desgranar, como los otros ponentes, una batería de cifras y conceptos que son como brochazos y pinceladas para tratar de entender el gran mural de la economía venezolana.

El impacto de la economía en los negocios se puede calibrar estableciendo conexiones, y con algunas ideas de cómo la empresa puede responder, señala Oliveros en su intervención.

Lo cierto es que tenemos una economía pequeña y frágil, altamente volátil, triplemente desigual (en términos de regiones del país, de sectores (a algunos les va mejor que a otros) y sociales, con estratos de la población viviendo una situación más precaria que otros.

Además, tenemos un sistema de precios destruido, con enormes distorsiones en el mercado; el crédito es escaso y caro y hay baja competitividad en las empresas y en la economía toda.

Las recomendaciones para las empresas son ser flexibles, para pensar fuera de la caja, potenciar la innovación, usar herramientas gerenciales que puedan haber descuidado, cambiar el foco de lo externo a lo interno (es decir de lo que no puedes resolver porque está fuera de tu alcance, para atacar y resolver los aspectos inherentes a la gestión de la propia empresa, en este caso).

El crecimiento es débil, solo los más competitivos se mantienen a flote, señala Oliveros al coincidir en que el período de estabilidad cambiaria está por terminar, por lo que conviene cambiar el foco de lo general a lo financiero, en las empresas.

El dólar, problemas y escenarios

La inflación en dólares (que tanto debate generó en años pasados), ya está clara que existe y es muy marcada, en la medida en que se amplía la dolarización de las transacciones en la economía, tiene un largo efecto acumulado.

Para comprar lo que comprabas en enero de 2019 con 100 dólares en Venezuela, hoy necesitas más de 400 dólares.Asdrúbal Oliveros

Y el dólar es cada vez más la moneda de mayor uso en Venezuela, donde hay $4.825 millones circulando solamente en efectivo. Está muy por encima de la liquidez en bolívares, que equivale a unos 1.200 millones de dólares.

Cuando se trata de las transacciones en divisas, el efectivo es el medio de pago predominante, con un 70% de todas las operaciones. Le sigue el Zelle y otras plataformas de su tipo, con 14,8%; las tarjetas, con 7,8%; las billeteras electrónicas, con 4,5% y las transferencias, con 2,8%.

Entre todas las transacciones en el sistema, las hechas en bolívares son menos de la mitad: 47,3%, contra 42,3% en dólares; 5,0% en pesos colombianos (especialmente en el estado Táchira y parte de Zulia), y el euro, con 3,7%).

Pero la dolarización también se expresa, más o menos, según el rubro comercial del que estemos hablando.

Llega al 89,8% en compras de electrodomésticos; a 81,6% en electrónicos; 71% en repuestos; 64% en ropa y calzado; 51% en alimentos; 46% en cuidado personal y al 41% en servicios de salud.

Además se prevé que siga existiendo un diferencial muy grande entre las tasas de cambio.

Para los próximos meses del 2023 se espera un mayor crecimiento de la economía, comparado con el primer semestre del año. Pero este crecimiento estará concentrado en la región central y en sectores específicos, como alimentos, salud y servicios.

También se estima una aceleración de la inflación en bolívares y también en divisas; aumento del crédito bancario para algunos sectores y aumento de las importaciones.

Una de las observaciones más pertinentes Oliveros señala que para las empresas es importante entender al cliente y al mercado, pues Venezuela no es la de los años 2012, o 2013, cuando vivía todavía el auge petrolero; pero tampoco es la de 2016, 17 y 18, cundo se cebó sobre el país la escasez, la hiperinflación y se constataba en la calle la crisis generalizada.

Por eso es cada vez más importante entender por ejemplo en qué gastan más las familias venezolanas:

También es necesario entender, señala, que hay matices en ese 90% de la población que está en peor situación económica.

Esto conduce a la necesidad de las empresas de ser más flexibles; a mantener un manejo óptimo de las economías de escala; tener una visión de largo plazo; mantener una estrategia de crecimiento orgánico, paso a paso; a una diversificación de sus ingresos y riesgos.

Hay entonces que establecer prioridades claras para el negocio: reducción y transformación de costos; transformación del proceso de ventas y distribución; invertir más en inteligencia del negocio, entender bien quién es el cliente y ponderar la cadena de valor.

El pulso de la economía

Las proyecciones de Ecoanalítica para 2022 parecen confirmar lo que otros analistas han definido como «un vuelo de gallina», ocurrido en el primer trimestre, cuando hubo ciertos aletazos para despegar, pero el viaje no se sustentó.

De este modo, a partir del segundo semestre de 2022 se verificó un frenazo en la mayoría de los indicadores, tendencia negativa que se mantuvo en el primer trimestre de este 2023 de esperanzas truncadas.

Estas son las previsiones de Ecoanalítica, actualizadas para 2023, comparadas con las estimadas de 2021 y 2022:

Variable202120222023
Variación del PIB año a año1,3%7,6%3,4%
PIB Petrolero (a/a)2,8%6,2%4,5%
PIN no petrolero (a/a)1,0%8,0%3,1%
Importaciones ($MM)8.10011.80012.000
Producción Petrolera (Barriles por día)632.200719.200685.000
Precio cesta petrolera ($)50,075,356,1
Reservas internacionales (Millones $$)5.8754.8863.913
Inflación (IPC Dic/Dic)686,9 %235%228%
Tipo de cambio oficial Bs/$4,5917,2861,23
Tipo de cambio paralelo Bs/$4,5518,8262,54

Fuente: Ecoanalítica, proyecciones 2023.

Pero ese crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto, o suma total de riqueza de una economía) es bastante desigual y está concentrado en pocos sectores, señala Ecoanalítica:

El rubro que crece más a lo largo del año, comparado con 2022, es Alimentos, con poco más de 12%. Le siguen Tecnología, con casi 12%; Salud, (poco más de 11%); Servicios Profesionales (sobre 10%); Logística y Transporte, casi 10%; Comercio (9%); Empaques (sobre 7%) y Cuidado Personal (casi 7%).

Entonces pera este segundo semestre de 2023, que se espera un poco mejor que el primero, las perspectivas predominantes son estas:

  • Mayores flujos (de dinero) del gobierno
  • Crecimiento moderado del consumo
  • Más inflación en dólares y en bolívares
  • Se concentra el crecimiento en Alimentos, Salud y Servicios, y en la Región Central del país
  • Aumento de las ejecuciones de crédito bancario
  • Aumento de las importaciones

En su presentación Oliveros destacó que el gobierno enfrenta un serio dilema entre un mayor crecimiento, aumentar el gasto y ganar elecciones, en contraste con mayor inflación, restricción del gasto y tener que quemar más divisas.

Es decir, los segundos tres factores surgen como consecuencia de los tres primeros: si aumenta el gasto público generará mas inflación y tendrá que quemar más divisas de las que no dispone.

Las empresas por su parte enfrentan lo que Oliveros califica como «el triángulo dela muerte»: costos crecientes, más competencia informal y de las importaciones, y un consumidor con bajos recursos.

Lo que dejó la economía del 22

La también economista senior de Ecoanalítica Graciela Urdaneta, experta en análisis macroeconómico, energía, negociación y políticas públicas, destacó que en 2022 hubo una sensación de bienestar importante en el imaginario de la población venezolana; que era expresión de un mayor crecimiento de la economía, desaceleración de la inflación y aumento del consumo.

Pero en el segundo semestre hubo un frenazo, en medio de una caída de los precios y del ingreso petrolero, de modo que en 2023 llegó un «golpe de realidad», con crecimiento de las presiones inflacionarias y mayor rezago entre los ingresos.

El crecimiento de 2022 se explica por la apertura después de la pandemia de covid, que llevó a autoridades en todo el mundo a implementar restricciones a la circulación y la actividad económica y social; hubo un rebote inercial, resultado de una base de crecimiento muy baja (en 2021); liberación de facto de algunos controles; una mayor penetración de la dolarización y moderación de la inflación; y una «sobredimensión de expectativas».

Pero Venezuela tiene una de las economías menos complejas de la región americana, y está muy concentrada en bienes no transables (que no se pueden exportar); con un Estado obligado a pasar de empresario a gestor; renuente a aplicar reformas estructurales, e inmerso en pugnas entre radicales y moderados respecto al grado de intervención en la economía; con poco credibilidad en sus políticas y dificultad para estabilizar los precios y el tipo de cambio.

1 COMENTARIO

  1. Eres una gonorrea, un triplehp, un mismo Venezolano jodiendose en su mismo pueblo, lacayo de MIERDA, tarde o temprano caerás bestia humana, ya veras

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