El cumplirse un mes del secuestro del coronel Pedro Enrique Pérez, su madre recibió la semana pasada una prueba de supervivencia cuyo contenido ha sido manejado de manera confidencial.
POR: MAURICIO DUEÑAS – El Tiempo
El oficial, comandante del Batallón Energético y Vial n.º 18, fue plagiado el 18 de abril en un hotel ubicado en Saravena, Arauca. Pérez, con más de 30 años en el Ejército Nacional, se encuentra en poder de las disidencias del décimo frente y se maneja la versión de que, desde la misma noche de su secuestro, habría sido llevado a territorio venezolano.
La afirmación se sustenta en un informe de inteligencia al que tuvo acceso EL TIEMPO, que refiere la presencia de unos 1.500 hombres en armas, tanto de las disidencias de las Farc como del Eln, en ese país.
El gobierno del presidente Iván Duque ha venido denunciando, en repetidas ocasiones, el contubernio entre el régimen de Nicolás Maduro y los grupos criminales colombianos que se refugian en Venezuela.
En efecto, con referencia a la muerte del guerrillero ‘Jesús Santrich’, el ministro de la Defensa, Diego Molano, aseguró que esa acción ratifica que en «Venezuela se estaba cuidando y protegiendo a estos grupos narcocriminales».
En el documento –de 50 páginas– se relacionan, en mapas, los frentes, los jefes, el número de integrantes, las zonas de injerencia y las actividades ilegales a las que se dedican.
El informe dice que el narcotráfico es la base de financiación de estos grupos, y que desde territorio venezolano –entre junio de 2020 y lo corrido de 2021– inteligencia ha detectado 623 trazas de vuelos irregulares que habrían despegado cargados con toneladas de cocaína con destino a mercados internacionales.
Este jueves, la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, dijo que en los últimos veinte días se ha evidenciado «un incremento del 100 por ciento de los vuelos ilegales del narcotráfico» desde Venezuela. Ese día, confirmaron que el Sistema de Defensa Aérea de Colombia había detectado un avión cuyas trazas no estaban registradas, y que en medio de una operación de interdicción fue obligado a aterrizar en Guatemala «en el área de Petén, en cercanías de la frontera con México», logrando la incautación de dos toneladas de cocaína.
De acuerdo con inteligencia, estas redes «concentran sus actividades mediante negociaciones con carteles del narcotráfico de Venezuela, Brasil y México, con el control de 20 pistas clandestinas, afectando tres subregiones en el vecino país».
Para entender cómo se mueven estos grupos en Venezuela, inteligencia dividió las disidencias en dos redes. La primera, aliada a ‘Gentil Duarte’ (con unos 320 hombres), que hace presencia a través del frente 33, al mando de ‘Jhon Mechas’; el frente 41, cuyo jefe está identificado como ‘Gonzalo’, y el frente décimo, al mando de ‘Arturo Ruiz’.
Este último es quien tendría secuestrado al coronel Pérez y a 8 militares venezolanos, y es quien estaría tras la muerte de ‘Santrich’. Esa es una de las hipótesis que se han planteado. Una fuente militar le dijo a este diario que ese frente es el que está a cargo de la guerra territorial por el control de pistas y el tráfico de cocaína con la ‘Segunda Marquetalia’.
Añade el informe que aunque las redes de ‘Gentil Duarte’ habrían ingresado a Venezuela –hace cuatro o cinco años– con el beneplácito de autoridades de ese país, tras el pago de ‘dádivas’, esa alianza se rompió y hoy están enfrentados.
«Libran un guerra en otro país», señaló la fuente y precisó que esto se evidencia con «los combates con las Fuerzas venezolanas y el décimo frente, desde abril, en el estado Apure».
Precisamente, el otro grupo de las disidencias es el llamado ‘Segunda Marquetalia’, cuyo jefe es ‘Iván Márquez’ y que tendría unos 150 hombres en armas.
«Han logrado concentrarse en el estado de Amazonas, donde todos los grupos armados buscan controlar corredores de movilidad hacia las zonas fronterizas», destaca el documento, en el cual se advierte además que la ‘Segunda Marquetalia’ concretó «el respaldo de Maduro, con el cual tienen afinidad ideológica e intereses económicos basados en las actividades criminales mencionadas, además del tráfico de armas».
En este momento, los aliados de la ‘Segunda Marquetalia’ serían las Fuerzas Armadas Bolivarianas, las cuales solo son testigos de la disputa entre las disidencias por mantener el control de los estados de Zulia, Apure, Táchira y Amazonas.
«En estas zonas se concentran pistas clandestinas, centros de acopio y, en Amazonas, la extracción de coltán, un mineral vital para la fabricación de equipos electrónicos, cuya explotación ilícita es otra arista que se suma a las actividades de estos criminales», dijo la fuente.
De igual forma, señaló que allí extorsionan a los ganaderos y comerciantes venezolanos y, a la vez, planifican acciones semejantes para ejecutar en Colombia.
Finalmente, el documento advierte el potencial de las armas, como un rifle de asalto AK-103, con el que ha aparecido en videos ‘Iván Márquez’: «Son armas de largo alcance nuevas y modernas».
Para inteligencia es evidente el nexo entre las Fuerzas venezolanas y los delincuentes: «Son muchos irregulares en un territorio extranjero en actividades ilícitas, imposible no verlos, lo claro es que no los atacan».
En territorio venezolano, de acuerdo al documento de inteligencia, la presencia histórica ha sido la del Eln, con unos 1.100 hombres en armas, dedicados básicamente a la extorsión, a través de los frentes de guerra ‘Norte’, ‘Nororiental’ y ‘Oriental’, además de un nutrido grupo de milicias urbanas.
El Eln, sostiene el informe, «utiliza el territorio venezolano como retaguardia estratégica»; es decir, delinque en Colombia y cruza la frontera para ocultarse y evadir a la Fuerza Pública.
Para los organismos colombianos, la guerrilla, por años, ha «realizado coordinaciones económicas con el fin de mantener el control de los corredores de movilidad».
Finalmente, se destaca que estos grupos asentados en territorio venezolano han sabido capitalizar la situación económica y social y han logrado reclutar un gran número de ciudadanos de ese país en sus filas, con ofrecimientos económicos y protección.
Con la muerte de ‘Santrich’, el Gobierno no descarta repotenciar las recompensas que se ofrecen por cada jefe de organización, cuyos montos están entre los 650 y los 3.000 millones de pesos.
En el caso de la ‘Segunda Marquetalia’, Estados Unidos ofrece por ‘Iván Márquez’ hasta 10 millones de dólares por información que permita su pronta ubicación.
REDACCIÓN JUSTICIA
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