La situación que enfrentan los usuarios de Corpoelec es realmente inhumana. Ahora tienen que levantarse temprano para obtener un número a las 5:00 am y esperar hasta las 9:30 am para ser atendidos. ¿La razón? Han sido amenazados con una multa de 1.000 bolívares si no actualizan sus datos en el plan Borrón y cuenta nueva antes del 30 de noviembre. Esta cantidad puede parecer insignificante en cualquier otro lugar del mundo, pero en Venezuela, para un trabajador promedio, es una suma considerable. Las autoridades aprovechan esta situación y la dificultan aún más para que los usuarios cumplan con el trámite.
Sin embargo, Corpoelec parece haber olvidado el pésimo servicio de energía eléctrica que brinda. Este servicio ha causado daños en electrodomésticos como licuadoras y refrigeradores, así como en ascensores. Además, ha provocado la pérdida de alimentos, lo cual es inaceptable en la situación actual. Incluso se han puesto en riesgo las vidas de los pacientes en hospitales y clínicas debido a los constantes bajones y apagones que ocurren en todo el país, sin que el Estado asuma la responsabilidad por los daños causados.
Una vez más, Corpoelec está violando los derechos humanos al someter a millones de usuarios a largas colas desde la madrugada o a intentar ingresar a una página web que siempre está colapsada. Todo esto, si es que tienen acceso a Internet, ya que las fallas de luz nos dejan incomunicados la mayor parte del tiempo.
Es necesario que Corpoelec haga un verdadero borrón y cuenta nueva, pero esta vez para mejorar el servicio que ofrece. Solo entonces podrán exigir algo a cambio de los usuarios.
Presos es que deberían de ir todos estos manipuladores de profesión ellos quitan la electricidad a su antojo
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