Colombia: aumentan casos de trata de personas, sobre todo mujeres [VIDEO]

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La trata de personas es un negocio ilegal altamente lucrativo que ocupa el tercer lugar en el mundo, después del tráfico de drogas y armas. En Colombia, este delito ha experimentado un alarmante aumento en 2023, y las mujeres son las principales víctimas.

Karina, una joven colombiana, decidió emprender un viaje desde Bello, Antioquia, hacia Madrid, España, en busca de estabilidad laboral y una vida mejor para su familia. Sin embargo, nunca imaginó que su vida cambiaría para siempre al llegar a la capital española.

«Una amiga me ofreció un trabajo como camarera y me puso en contacto con alguien que me ayudó a tramitar toda la documentación para irme a España. Pero cuando llegué, me dijeron que no iba a trabajar como camarera en ningún restaurante. Me sentí devastada cuando me informaron que iba a ser forzada a ejercer la prostitución», relató Karina a la Voz de América, quien por razones de seguridad prefirió mantener su identidad en anonimato.

Aunque Karina se negó a aceptar, fue amenazada y le dijeron que matarían a sus hijos en Colombia, ya que tenían las direcciones de su familia. Su testimonio refleja el preocupante incremento de la trata de personas en Colombia, una situación que ha captado la atención de las autoridades y de la Organización de las Naciones Unidas, quienes están trabajando en conjunto para combatir este flagelo. En lo que va del año, se han registrado 521 casos de tráfico de personas en el país, lo que representa un aumento del 56,9% en comparación con las cifras del año anterior.

Las estadísticas del Ministerio de Defensa de Colombia revelan que el 70% de los casos de trata de personas corresponden a la explotación sexual de mujeres. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el 70% de las víctimas de trata con fines de explotación sexual fueron engañadas con promesas de empleo, participación en concursos de belleza, oportunidades como modelos o programas de estudio en el extranjero.

Rocío Urón, coordinadora de Lucha contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de UNODC, comentó: «Colombia es un país de origen de víctimas, especialmente con destino a Europa, con un aumento particular en Francia y Grecia. Esta situación nos insta a fortalecer nuestras capacidades no solo para identificar los casos, sino también para brindar apoyo a las víctimas y colaborar con las autoridades de otros países en las investigaciones y enjuiciamiento de los delincuentes».

Colombia no solo es un país de origen de víctimas de trata de personas, sino que también se ha convertido en receptor de víctimas de este delito. En los últimos años, las organizaciones criminales que operan en la frontera colombo-venezolana han establecido rutas de tráfico. Isaac Morales, coordinador de Seguridad y Convivencia de la fundación Pares, señaló que en esta extensa frontera operan grupos delincuenciales como el Clan del Golfo y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, quienes controlan el paso de migrantes.

Además de ciudades como Medellín, Bogotá, Cali y Cartagena, donde estas redes explotan sexualmente a mujeres en bares y otros establecimientos, la Selva del Darién también se ha convertido en una ruta común para los traficantes. Morales destacó que las víctimas suelen ser jóvenes, menores de edad y mujeres, y que esto está estrechamente relacionado con la desigualdad de género y económica en la que se encuentran.

Urón señaló que la mayoría de las víctimas se encuentran en una situación económica precaria y con altas deudas, lo que facilita su captación. Los traficantes se aprovechan de las oportunidades laborales fraudulentas para atraer a sus víctimas. Morales advierte que los 521 casos de trata registrados en 2023, de los cuales 255 corresponden a víctimas de trata de migrantes y 266 a trata de personas, podrían estar muy por debajo de la realidad.

«En Pares hemos observado un subregistro significativo, ya que muchas víctimas no denuncian por miedo. Podríamos estar hablando de alrededor de 5.000 a 6.000 casos», señaló Morales. Es crucial que las instituciones identifiquen las señales de alerta, que a menudo son evidentes en las calles, especialmente en ciudades como Medellín y Cartagena, donde claramente existe trata de personas con fines de explotación sexual. Es importante que se ocupen de estos espacios brindando acompañamiento institucional para prevenir la consumación de estos delitos.

Se estima que hay 2,5 millones de personas en todo el mundo que realizan trabajos en contra de su voluntad, incluida la explotación sexual. El 56% se encuentra en Asia y el Pacífico, y el 10% en América Latina.

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