Comer en un restaurante en Caracas es más caro que en Zurich y Abu Dhabi, según The Economist

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En la dolarizada Caracas, comer en un restaurante es más caro que en algunas de las ciudades más cosmopolitas del mundo. Todos los años, para el 14 de febrero, The Economist elabora un ranking con lo que cuesta una velada e incluye varios items, entre ellos, una comida.

Las listas están basadas en precios de todo el año anterior. Caracas no figuró en el ranking del año pasado, pero en el de 2024 aparece en posición de «honor»: en octavo si se considera solo el precio de los restaurantes y en séptimo si se suman todas las variables, que son restaurantes, botella de vino caro, dos tickets para el cine, dos bebidas en un bar y una carrera de taxi.

En síntesis y siempre según The Economist: cenar en un restaurante en Caracas, en promedio, es más costoso que en Zurich, Los Ángeles, Anu Dhabi, Bahrain, Beijing e incluso, un poquito más costoso que Moscú. Y estas son las ciudades consideradas más caras para una velada de San Valentín, según este medio informativo especializado en economía.

Otro dato: Caracas es la única ciudad latinoaméricana que aparece en el ranking, incluso por encima de Río de Janeiro, Ciudad de México, Lima o Buenos Aires.

Este es el gráfico:

¿Por qué es tan caro comer en Caracas?

A grosso modo, varios factores externos inciden en el costo de una comida en un restaurante en Caracas. Uno de los más importantes es el alquiler de los locales, para quienes no lo tienen propio. Un local pequeño, en una zona como Las Mercedes o La Castellana, puede costar 4.500 a 5.000 dólares. La inversión inicial también es alta y, para un restaurante de alto nivel, ronda los varios cientos de miles de dólares

Sin embargo, hay otros factores subjetivos que también inciden y es el nivel de ganancias y de retorno de la inversión que pretenden algunos propietarios, como bien lo señaló Adrián Yánez, chef venezolano con experiencia laboral en varios países en una entrevista publicada en Bienmesabe en abril de 2023.

A su decir, algunos restauradores venezolanos pretenden ganancias de 200%, cuando en la mayoría de los países desarrollados está entre 27 y 30%. También considera que tratan de recuperar la inversión completa en meses.

«Hay que sincerar ganancias. Si algo cuesta 20 dólares el kilo, en el costo del plato no lo puedes proyectar como si costara 150. Entiendo que hay que pagarle a la brigada de cocineros, y tener ganancias, pero es que el empresario venezolano a veces quiere recuperar la inversión completa en tres meses. Y eso no pasa en ninguna parte del mundo», refirió.

Otro chef, que no quiso dar su nombre, confirmó la multiplicación de los precios. Según su experiencia, un menú que, al costo, valía 35 dólares, lo cobraban en 120 dólares en el restaurante.

Con información de El Estimulo