Comienza búsqueda de restos de desaparecidos en la frontera colombo-venezolana

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La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) de Colombia ha iniciado una serie de excavaciones en un antiguo trapiche ubicado en la frontera con Venezuela. Se trata de los llamados «hornos crematorios» utilizados por los paramilitares, con el objetivo de encontrar restos de las víctimas.

Estas excavaciones, que se llevarán a cabo hasta el próximo viernes, se centran en el caserío de Juan Frío, utilizado hace 23 años por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para desaparecer a cientos de personas. En este lugar, que forma parte del municipio de Villa del Rosario, en el departamento de Norte de Santander, un grupo de forenses de la UBPD está excavando lo que solían ser hornos para procesar el jugo de caña de azúcar, pero que luego fueron utilizados por las AUC para incinerar cuerpos.

De esta manera, los paramilitares evitaban dejar evidencias de sus atrocidades en la línea fronteriza con Venezuela, bajo las órdenes de Salvatore Mancuso, quien actualmente cumple condena por narcotráfico en una prisión de Georgia, Estados Unidos. Mancuso, recientemente nombrado gestor de paz por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha admitido su responsabilidad en estos hechos y ha afirmado haber sido uno de los jefes paramilitares que dio la orden de desaparecer los cuerpos y restos de las personas asesinadas.

Según Marlon Sánchez, antropólogo forense de la UBPD, este sitio es uno de los lugares más importantes para el municipio de Villa del Rosario, y ha sido documentado como de interés para la búsqueda de personas desaparecidas. Se espera que allí se encuentren los cuerpos de estas personas. Además, se planea extender las labores de búsqueda a otros lugares donde se presume que también pueden haber restos óseos de desaparecidos.

Durante la excavación, se espera encontrar restos dentales, ya que los cuerpos fueron incinerados. En agosto pasado, la UBPD también llevó a cabo una intervención en el Cementerio Central de Cúcuta, la principal ciudad colombiana en la frontera con Venezuela, donde examinaron cerca de 600 bolsas con cadáveres. Este cementerio ha sido durante décadas el principal destino para los cuerpos de personas fallecidas y no identificadas o identificadas pero no reclamadas en el departamento de Norte de Santander.