La Cámara de Representantes de Estados Unidos se enfrenta a la tarea de elegir un nuevo presidente, después de la destitución del actual titular, Kevin McCarthy. Esta situación sin precedentes ha provocado tensiones en la dividida mayoría republicana. A continuación, explicaremos cómo se llevarán a cabo los procedimientos.
Tras la votación de destitución, que resultó en un marcador de 216-210, el congresista republicano Patrick McHenry, un aliado de McCarthy, fue designado como portavoz interino pro tempore. Sin embargo, su mandato será limitado a un máximo de tres días legislativos.
Según las reglas y procedimientos de la cámara, los deberes del presidente interino pro tempore son vagos, pero le otorgan la autoridad necesaria para ejercer el cargo en espera de la elección de un nuevo presidente o portavoz pro tempore.
Si bien el presidente de la Cámara establece la agenda legislativa general, es el líder de la mayoría quien programa proyectos de ley específicos para su debate y votación en la cámara.
La representante republicana Kelly Armstrong ha señalado que la principal tarea de McHenry será encontrar un nuevo presidente. Cualquier otro intento de asumir más responsabilidades podría dar lugar a su destitución.
Hasta que se elija un nuevo presidente de la Cámara de Representantes, es poco probable que se tomen medidas adicionales en cuanto a los proyectos de ley de financiamiento gubernamental. Los legisladores se enfrentan a la fecha límite del 17 de noviembre para proporcionar más fondos, o de lo contrario se enfrentarán a un cierre parcial del gobierno.
El fracaso de McCarthy en lograr recortes de gasto solicitados por los conservadores de extrema derecha ha generado descontento y ha llevado al representante Matt Gaetz a liderar el movimiento para destituirlo.
Los 221 republicanos y 212 demócratas de la cámara se reunieron en privado para discutir sus próximos pasos, tanto en el ámbito político como legislativo.
Se espera que cada partido intente elegir a un candidato para la presidencia. Los demócratas tienen una opción clara en el líder de la minoría, Hakeem Jeffries, quien se postuló contra McCarthy y otros candidatos en enero.
Por otro lado, los republicanos, debido a sus divisiones internas, especialmente entre un grupo de conservadores de línea dura que buscan recortes significativos en el gasto federal, podrían tener dificultades para llegar a un consenso sobre un candidato.
McHenry podría tener cierta ventaja como presidente interino. Sin embargo, no está claro si está interesado en ocupar el cargo de forma permanente. McCarthy, por su parte, no está impedido de postularse nuevamente, aunque afirmó que no lo hará.
Dadas las circunstancias sin precedentes, no está claro cuándo se llevarán a cabo las elecciones en el pleno de la Cámara. Normalmente, estas elecciones se programan al inicio del nuevo Congreso cada dos años.
Los líderes de ambos partidos deberán decidir cuándo consideran que están preparados para iniciar el proceso de elección de un nuevo presidente. En enero, este proceso duró varios días debido a la falta de votos suficientes para que McCarthy obtuviera la victoria, lo que llevó a 15 rondas de votación.
Esta vez, la situación podría ser igual de caótica para los republicanos, a menos que decidan que dicho caos podría afectar negativamente sus perspectivas electorales en 2024 y decidan unirse.
Según la Constitución de Estados Unidos, el presidente de la Cámara no necesariamente tiene que ser miembro del Congreso. Por esta razón, algunos republicanos han mencionado al expresidente Donald Trump como posible candidato, a pesar de que se postula para presidente y ha dejado claro que no está interesado en el cargo.
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