Desarticulada red de tráfico de personas que captaba a emigrantes cubanos

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Los cuerpos policiales de 5 naciones desarticularon una poderosa red de tráfico de personas, que captaba emigrantes cubanos y los colocaba en diversos países de la Unión Europea.

El Político

Según Reuters, una operación combinada entre Europol e Interpol desactivó dicha red delictiva, compuesta por alrededor de 62 personas, que traficaba con ciudadanos cubanos, mayoritariamente, y los colocaba en diversos países de Europa, principalmente, España y el Reino Unido.

La red criminal se centraba en cubanos en situación vulnerable y, por 9.000 euros, alrededor de 9.969,30 dólares, organizaba su viaje a Europa y les facilitaba documentación falsa.

En total, se sospecha que la red delictiva logró introducir clandestinamente en la UE a unos 5.000 ciudadanos cubanos.

Además de las detenciones, la policía se incautó de 18 bienes inmuebles, 33 vehículos y 144 cuentas bancarias, así como de grandes sumas de dinero en efectivo en diversas divisas.

La esclavitud del Siglo XXI

La trata de personas, también conocido como contrabando de personas, es conocida como «la esclavitud del siglo XXI», y se ha convertido en uno de los delitos más comunes y que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, después del tráfico de drogas y de armas.

Este movimiento ilegal de seres humanos conlleva propósitos de esclavitud laboral, mental, reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados, extracción de órganos, o cualquier forma moderna de esclavitud contra la voluntad y el bienestar del ser humano.

Gran parte del tráfico humano se realiza con fines comerciales y en la clandestinidad. El problema es de tal magnitud que hasta las autoridades del Vaticano han fijado posición a través de Monseñor Putzer, el encargado de negocios ad interim en la Misión Permanente de Observador de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra.

La Santa Sede reitera el horror de un fenómeno alimentado también por el mal uso de la tecnología y las redes sociales. «Son necesarias medidas internacionales para prevenir y combatir el fenómeno, así como políticas destinadas a proteger la asistencia y la reinserción de las víctimas».