El banquero venezolano Víctor Vargas en Curazao o paga o va preso

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Después de cuatro años de vaivenes y retrasos inexplicables en el proceso de quiebra del Banco Orinoco NV en Curazao, propiedad del Grupo Financiero BOD, finalmente se ha acordado una fórmula de pago para los acreedores. Este acuerdo, firmado por los responsables del banco y el síndico, surge tras reuniones fuera de Curazao, evitando posibles obstáculos legales relacionados con Víctor Vargas Irausquin, una figura clave en este asunto.

Por Claras Digital

Tras años de incertidumbre sobre la seguridad de los fondos de los clientes del banco y el impago de los gastos procesales, se amenazó con tomar medidas legales extremas. Sin embargo, se logró un avance significativo: el banco se comprometió a cubrir los gastos del síndico y, el 1 de diciembre, presentó un acuerdo de pago para todos los deudores. Este paso crucial ante el tribunal desencadenó la convocatoria de una asamblea de acreedores para verificar su presencia y formalidad.

El juez tendrá la tarea de evaluar las propuestas de pago presentadas por el banco y decidir si satisfacen las demandas de los acreedores. Dos escenarios se vislumbran: uno donde el juez cierra el proceso aceptando las fórmulas de pago, ya sea en términos generales o según los intereses de la mayoría de los acreedores; otro donde el proceso queda abierto para dar voz a aquellos que lo soliciten, asegurando que los mecanismos de pago beneficien a todos por igual.

Hay especulaciones en Curazao sobre la posible propuesta de acuerdo de pago por parte del principal acreedor del banco, que posee casi el 87% de las obligaciones. Existe preocupación por la posibilidad de que este acuerdo beneficie solo a unos pocos, algo que podría ser controvertido. La discrecionalidad del juez será clave para asegurar un trato equitativo y no perjudicial para ningún acreedor, especialmente ante las sospechas de complicidad que podrían empañar este proceso.

El desenlace queda en manos del tribunal y de cómo este maneje las propuestas de pago, buscando equidad y transparencia en un caso tan complejo como crucial para los acreedores del Banco Orinoco NV.