El pasado 22 de octubre, se llevó a cabo una elección interna y autogestionada en Venezuela, en la cual la oposición se arriesgó y obtuvo un sorprendente triunfo con María Corina Machado como ganadora. Con más de 2,2 millones de votos y el respaldo del 92% de los escrutinios, Machado cuenta con la legitimidad necesaria para enfrentarse a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2024.
Sin embargo, la fuerza electoral de Machado se convierte en un problema, ya que el chavismo la inhabilitó nuevamente por 15 años para ejercer cargos públicos. Esto significa que no podrá inscribir su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral. Ni la oposición ni el chavismo esperaban la participación de más de 2,3 millones de venezolanos en estas primarias.
El chavismo ha calificado estas primarias como un fraude y ha acusado de inflar las cifras de participación. Sin embargo, la crisis económica y la diáspora de 8 millones de personas en Venezuela han demostrado que el chavismo se enfrenta a un gran desafío, no solo frente a los ciudadanos, sino también ante Estados Unidos.
El gobierno se encuentra en una encrucijada, ya que debe decidir si levanta las inhabilitaciones y se arriesga a perder las elecciones contra Machado, o mantiene la medida y corre el riesgo de que Estados Unidos no levante las sanciones. Esta situación pone en juego la estabilidad económica del país, que ya se encuentra en crisis debido a las sanciones.
El acuerdo de Barbados firmado entre el chavismo y la oposición establece garantías electorales de cara a las presidenciales de 2024. Sin embargo, Estados Unidos ha amenazado con revisar el alivio de sanciones si no se eliminan las inhabilitaciones para finales de noviembre.
La narrativa del chavismo ha cambiado después de conocer el respaldo electoral a Machado. Ahora acusa a la oposición de cometer fraude y pide una auditoría del proceso. Sin embargo, analistas consideran que el chavismo cayó en una trampa al permitir la realización de estas primarias, ya que representan un duro golpe político y psicológico para ellos.
La oposición confía en las propuestas de Machado, que incluyen la creación de una alianza nacional con todos los sectores opositores, la construcción de un aparato electoral sólido y el enfoque en el apoyo internacional. Para los países que acompañaron el acuerdo de Barbados, es crucial desplegar un esfuerzo diplomático para garantizar la implementación de las garantías electorales acordadas.
Hay diferentes escenarios posibles si Machado sigue inhabilitada. Estados Unidos podría revocar las licencias a Petróleos de Venezuela, pero algunos expertos consideran que esta probabilidad es baja. También se podría aplicar una estrategia de presión distinta, como sanciones a funcionarios y restricciones a las licencias petroleras.
Tanto Maduro como Rodríguez han dejado claro que no se dejarán chantajear por las sanciones. Sin embargo, el nombre de María Corina Machado ha calado en la gente, incluso en los sectores populares, donde muchos la ven como la esperanza para salir del gobierno actual. La polarización política podría resurgir, ya que Machado representa el ala más radical y liberal de la oposición.
Es triste ver como maduro se pasa por el forro de las bolas a usa-biden-cpi
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