El dólar paralelo en Venezuela escala en pleno arranque de la campaña presidencial

0
3115

El Banco Central de Venezuela inyectó al mercado cambiario una cifra insólita en el año para estabilizar la tasa oficial. El costo de la divisa en el mercado paralelo se ha despegado del precio formal como pocas veces en los últimos meses.


VOA

El precio del dólar del mercado paralelo en Venezuela volvió a cruzar esta semana su techo histórico, superando los 40 bolívares por unidad, a pesar de una intervención sin precedentes este año del Banco Central para mantener estable la tasa oficial justo antes de la campaña electoral.

Medios de prensa venezolanos, como Banca y Negocios, reportaron el lunes que el Banco Central de Venezuela intervino en el mercado cambiario con 100 millones de dólares en la última semana, su mayor participación en el primer semestre de 2024.

Según especialistas consultados por la Voz de América, esas operaciones son conocidas en el mundo financiero como intervenciones cambiarias “sucias” y ocurren cuando las autoridades monetarias de un país influyen directamente en la tasa de cambio fluctuante.

En el caso de Venezuela, ese tipo de operaciones oficiales ha sido común desde 2019. La cantidad de dólares inyectados o “quemados” en el mercado hasta este lunes fue un 47 % superior a la de la semana anterior, de acuerdo con la prensa venezolana.

La maquinaria electoral de Maduro se soporta en el plan “1×10” de su gobierno

La tasa de cambio oficial se ha mantenido fluctuante entre 35 y poco más de 36 bolívares desde octubre del año pasado, con el precio del dólar paralelo ligeramente superior. A principios del año pasado, incluso, ambas tasas eran prácticamente similares.

Desde enero de 2024, sin embargo, la diferencia entre ambas tasas se ha ido ensanchando paulatinamente, hasta superar el dólar “negro” los 40 bolívares, como ocurrió en mayo.

Si bien la tasa extraoficial bajó por algunos días, esta semana volvió a escalar a ese nivel. La brecha llegó a ser de 12 % en mayo. Este martes, era de 9,7 % , pues el dólar paralelo se tasaba en Bs. 40,27.

Como buena parte de la economía nacional, el local de venta de cocos La Bendición de Dios ofrece sus productos en dólares.

Andry Araque, dueño del negocio, ubicado en la acera de una de las principales avenidas de Maracaibo, en el occidente del país, suele detallar sus ofertas a sus clientes en dos monedas: en la estadounidense y en bolívares venezolanos.

“La mayoría me paga en bolívares, porque no quieren salir de sus dólares”, precisó el joven, quien a diario está pendiente de una página donde publican los promedios de la divisa paralela para saber cuánto cobrar por sus bebidas, que este miércoles oscilan entre Bs. 60 y Bs. 80.

Andry Araque, vendedor de cocos en Maracaibo, repasa sus ganancias en bolívares y dólares la mañana de este miércoles. Como el resto de los comerciantes informales, fija sus precios según la fluctuación del dólar estadounidense.
Andry Araque, vendedor de cocos en Maracaibo, repasa sus ganancias en bolívares y dólares la mañana de este miércoles. Como el resto de los comerciantes informales, fija sus precios según la fluctuación del dólar estadounidense.

Sus clientes dejan de comprarle si calcula su dólar en su techo de mercados paralelos, es decir, cerca de los 40 bolívares. “En 36 bolívares (la tasa oficial) tampoco lo puedo poner, porque pierdo 5 bolívares” por cada dólar, explicó a la VOA. Suele vender 250 cocos por semana.

Cuando debe comprar insumos para su negocio, Araque prefiere pagar con bolívares antes de que se devalúen. «Guardo los dólares», indicó.

Una amplia brecha

Luis Crespo, economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, explicó a la VOA que la amplitud de la diferencia entre las tasas de cambio oficial y extraoficial en el primer semestre de este año obedece a una “limitación” en la economía nacional para satisfacer la demanda de dólares, por lo que los actores recurren al mercado paralelo.

El “derroche” del gobierno venezolano en la campaña electoral para procurar la reelección del presidente Nicolás Maduro supone además una “expansión del gasto fiscal”, advirtió.

Inflación de Venezuela en mayo se desacelera a 1,5 %

El impacto de ese gasto es justamente esa brecha entre dólar oficial y el paralelo, de entre el 10 % y el 12 %, dijo. “Ha sido una de las más amplias de los últimos dos semestres”.

Tanto el gobierno como la oposición han iniciado giras políticas y actos proselitistas en Caracas y el interior del país para ganar votantes, si bien la campaña electoral oficial comienza el 4 de julio, dentro de 3 semanas.

Tasa “sobrevaluada”

Gustavo Machado, economista y profesor de la Universidad del Zulia, comentó a la Voz de América que el aumento de la liquidez monetaria en Venezuela -la cantidad de dinero en manos de la gente- ha sido mayor que el alza de las reservas internacionales.

Explicó que el nivel de las reservas internacionales, de 10.224 millones de dólares este martes, es “limitado” y no genera suficiente confianza para percibirse que la estabilidad del tipo de cambio pueda mantenerse por “un período prolongado”.

Un escenario ideal sería contar con un programa de “estabilización integral” donde puedan obtenerse divisas por exportaciones y financiamientos de entes multilaterales, opinó.

El gobierno no tiene acceso a esos créditos de organismos como el Fondo Monetario Internacional debido a la crisis política que llevó a decenas de gobiernos a poner en duda la legitimidad como presidente de Nicolás Maduro, a partir de 2019.

 Combos de comidas a dólar repuntan en zonas pobres de Caracas
Combos de comidas a dólar repuntan en zonas pobres de Caracas

Quema de millones

Crespo, por su parte, aseguró que el precio oficial del dólar “está sobrevaluado” por las intervenciones del BCV, que son mayores o menores cada lunes de acuerdo con las “expectativas de devaluación” que el Estado venezolano determine.

En 2023, sostener esa política de intervenciones costó al Estado 4.600 millones de dólares y, en lo que va de 2024, ha supuesto “quemar” 1.600 millones de dólares, precisó. Se trata de un total de 6.200 millones de dólares en intervenciones cambiarias “sucias”.

El cambio oficial, aunque estable, tiene el efecto negativo de estimular las importaciones y encarecer los productos venezolanos ante la economía internacional, dijo Crespo.

“Esa brecha vamos a verla expresada en cifras de inflación. Cuando se abre esa brecha y tienen que acceder a divisas más caras y si están vinculadas a su proceso productivo, los empresarios van a trasladarlo a sus estructuras de precios y costos”, afirmó.

Resaltó que la inestabilidad cambiaria impacta en la familia venezolana, cuya capacidad de compra se hace cada vez más “débil”.

Sube riesgo de “desconfianza” en resultados de elección presidencial en Venezuela

La falta de ventas es otro síntoma de esa inestabilidad y de la economía en general, de acuerdo con expertos como Crespo.

Jean Pool Marenco, un plomero de 29 años que ofrece sus servicios en la avenida Cecilio Acosta de Maracaibo, no ha tenido un solo trabajo desde hace 4 días.

“Uno tiene que trabajar todos los días para poder comprar algo en la tienda”, comida, dijo, preocupado porque un amplio charco estorba la parada de clientes frente al letrero de su negocio, este miércoles.

El Banco Central informó la semana pasada que los precios en mayo subieron un 1,5 % en promedio, menor a la de abril (2 %). El independiente Observatorio Venezolano de Finanzas, sin embargo, aseguró que la inflación del mes pasado fue del 3,9 %, superior al 2,9 % de abril.

El presidente Maduro aseguró este fin de semana que los indicadores macroeconómicos de Venezuela son “impresionantes” y dan “buenas perspectivas” de recuperación. Sus piezas de campaña para la reelección destacan entre sus “logros” la superación de la crisis.

En la última década, el país ha experimentado una crisis económica aguda, reflejada en un ciclo de hiperinflación, escasez de productos esenciales, bajo poder adquisitivo, devaluación de la moneda -hubo dos reconversiones monetarias-, según expertos y firmas privadas.

Maduro atribuye esa crisis a una presunta “guerra económica” de actores nacionales e internacionales y al “bloqueo” de las sanciones de Estados Unidos contra su gobierno.