El incendio forestal que ha estado arrasando la isla de Tenerife, en el archipiélago de Canarias, desde el martes por la noche, ya ha consumido 3.797 hectáreas en un perímetro de 41,9 kilómetros. La noche pasada fue especialmente difícil debido a los cambios de viento, pero el presidente regional de Canarias, Fernando Clavijo, afirmó que esta ha sido la primera noche en la que el fuego se ha comportado de manera más predecible, a diferencia de las noches anteriores en las que el incendio creaba su propia meteorología.
Esta mejora en el comportamiento del fuego ha permitido que los equipos de extinción trabajen de manera más intensa. Se espera que a lo largo del día se pueda consolidar el espacio afectado en La Esperanza, en el municipio de El Rosario, lo que permitiría desviar recursos hacia el norte de la isla. Al mediodía se tomará la decisión de si es posible levantar el confinamiento en el núcleo urbano de El Rosario, aunque se podría mantener la restricción para el movimiento de vehículos para facilitar el paso de los equipos de emergencia. Hasta el momento, miles de personas han sido evacuadas o se encuentran confinadas.
Durante la noche, un dispositivo de 226 personas trabajó en las labores de extinción del incendio, a los que se unieron otros cien efectivos de seguridad, más de 30 personas encargadas de la logística y 16 medios aéreos al comienzo de la mañana, según el Centro Coordinador de Emergencia y Seguridad.