El infinito dolor del bombero de Miami que encontró bajo los escombros a su hija de 7 años

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El oficial Enrique Arango es el papá de la pequeña Stella y estaba presente cuando hallaron sus restos. Había desaparecido tras el derrumbe del edificio de Surfside junto a su mamá, Graciela Cattarossi, sus dos abuelos y la tía, todos ellos argentinos. Los detalles de la historia y el dramático momento del hallazgo

Infobae

La historia se conoció en las últimas horas y generó un enorme impacto. La escena de un padre bombero de Miami hallando entre los escombros del edificio derrumbado a su hijita de 7 años ya era suficientemente dolorosa. Pero se agregó un dato que agrandó aún más la tragedia. La pequeña Stella era hija de Graciela Cattarossi, una argentina que vivía con sus padres y una hermana en el edificio de Surfside que se derrumbó la semana pasada.

El oficial Enrique Arango -que no convivía con Graciela y Stella en Champlain Towers South- integra el equipo de bomberos de Miami desde hace 10 años y, si bien no estaba asignado a las tareas de rescate, permaneció todo el tiempo en la zona con la esperanza de salvar a su hijita. Pero no ocurrió. En la última hora del jueves, hallaron a la niña sin vida, mientras siguen intentando encontrar a la madre de la pequeña -que tiene nacionalidad estadounidense-, a los abuelos, Graciela Ponce de León (de nacionalidad uruguaya) y Guido Cattarossi, y a la tía de la menor, Andrea Cattarossi, ambos argentinos.

La confirmación del triste hecho la hizo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y otros funcionarios que trabajan en la atención de la emergencia desde la semana pasada. Evitaron dar precisiones, por respeto y privacidad y, sobre todo, porque uno de ellos -el oficial Arango- había sido tocado del peor modo por el horror: “Trágicamente uno de los dos cuerpos era el de la hija de 7 años de uno de nuestros bomberos de Miami. Ellos están pagando un costo humano enorme todos los días, y les pido que por favor los mantengan a todos en sus pensamientos y oraciones. Realmente representan lo mejor de todos nosotros y tenemos que estar ahí para ellos como ellos están aquí para nosotros”, dijo la funcionaria.

A su turno, el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, agregó: “El Departamento de Bomberos de la ciudad de Miami ha perdido a una hija de 7 años de uno de nuestros propios bomberos”, dijo ayer por la tarde. “Fue recuperada anoche por miembros de nuestro equipo de búsqueda y rescate en la Fuerza de Tarea Dos de Florida”, continuó y agregó: “Soy padre de dos hijos y tengo un hijo de 7 años y la idea de perderlo de esta manera es inimaginable”.

Hasta la última hora del viernes, los que confirmaban la identidad de los involucrados eran los medios de comunicación ya que los organismos oficiales y las autoridades evitaban dar nombres u otros datos filiatorios. Explicaban que se trataba de un pedido expreso de los familiares, algo que podría indicar la existencia de algún tipo de controversia legal en torno a la tenencia de la pequeña Stella. De todos modos, la estación Telemundo 51 y otros medios locales de Miami han identificado a las víctimas como Stella Cattarossi, que se encontraba en el edificio junto a su madre, Graciela Cattarossi, su tía Andrea Cattarossi, y los padres de ambas, Gino y Graciela (sr).

Hasta la última hora del viernes, las autoridades había confirmado de manera oficial un total de 22 personas fallecidas. Las últimas fueron cuatro: la pequeña de 7 años (a la que no identificaron por “pedido expreso de los familiares”), Bonnie Epstein, de 56 años; Claudio Bonnefoy, de 85; y Maria Obias-Bonnefoy, 69.

El momento del hallazgo

“Le puedo decir que fue él quien la bajó desde los escombros”, describió la integrante del equipo de búsqueda y rescate y bombera de Miami-Dade, Margarita Castro, el atroz momento en el que el bombero Arango -su compañero- rescató al cuerpo de su hija de entre los escombros. “Todos estuvieron ahí con él. Es un momento, como se pueden imaginar, muy difícil. Es una niña de 7 años. Todos, el equipo de él y el equipo nuestro, estuvimos cuando bajó a su hija”, continuó la rescatista Castro al describir la terrible escena.

Según precisó Miami Herald, el padre de la niña se mantuvo en vela desde la noche del colapso de la torre en el condominio al sur de Florida. Trabajó a la par de sus compañeros y los apoyó de manera incesante desde aquella jornada en el trabajo de remoción de escombros. Según el medio, tras el hallazgo, alrededor de 200 personas presentes realizando tareas de rescate acompañaron en el momento de dolor al padre.

Otras fuentes periodísticas del lugar, como el medio Local10.com, confirmaron que Arango, veterano de diez años del Departamento de Bomberos de Miami, había estado en el sitio con su hermano en una vigilia que se prolongó todos los días que estuvieron intentando encontrar sobrevivientes. “Cuando se dio cuenta de que estábamos cerca de donde podría haber estado su ser querido, se puso al lado de algunos de sus otros compañeros bomberos‘, dijo a la cadena WPLG el capitán de los bomberos de Miami, Ignatius Carroll.

“Pudimos traerla y luego al menos darle la oportunidad de despedirse”, continuó ese uniformado, mientras que otro rescatista, que pidió mantener su anonimato, reveló un momento de dolor aún más desgarrador: “La fueron bajando y su papá la cubrió con su chaqueta y colocó una pequeña bandera estadounidense en la camilla. Él, su hermano y los otros bomberos que la sacaron escoltaron el cuerpo a través de un grupo de policías y bomberos”.

“Nuestros corazones y nuestras oraciones están con las familias afectadas por esta horrible tragedia”, comentó jefe de bomberos de Miami, Joseph Zahralban, según la cadena Univisión. Francis Suárez, alcalde de Miami, también se refirió al hecho y comentó que “el bombero está muy afectado” tras lo sucedido. Pero insistió con pedir respeto hacia la familia, sin dar mayores datos.

Un cable de la agencia de noticias AP había confirmado que entre las decenas de personas desaparecidas estaba la argentina Graciela Cattarossi. Ella vivía en el departamento 501 con su hijita Stella de siete años en Champlain Towers South, en un departamento que compartían también con sus padres, Graciela y Gino Cattarossi. El paradero de los cuatro integrantes de esa familia estaba desconocido, junto con el de Andrea, una hermana que es arquitecta de Pilar y que había viajado de visita. Poco después, se supo que la pequeña había sido sacada en brazos por su padre bombero.

En el mismo cable de la agencia Associated Press, en el que se informaba sobre el caso de la familia Cattarossi, se citaba a Kathryn Rooney Vera, conocida de ellos, quien dio detalles de los últimos momentos antes de que se cortara el contacto por el derrumbe. La amiga dijo que Cattarossi era una madre dedicada cuya devoción por su hija “no tiene comparación”. También la describió como trabajadora y como una hermosa persona que era querida por todo el mundo.

Cattarossi y Vera intercambiaron mensajes de texto la noche del miércoles 23 de junio, apenas horas antes de que el edificio colapsara. La fotógrafa le hizo una sesión de imágenes a Vera durante su cuarto embarazo hace algunos años y le entregó las imágenes como regalo para celebrar lo que creían que sería el último hijo de Vera. “Ella estaba feliz de saber que estaba embarazada de nuevo”, dijo Vera. “Estamos muy destrozados por lo que sucedió”. Según Vera, Graciela Cattarossi vivía en Miami desde hace varias décadas.

Como fotógrafa, Graciela Cattarossi también trabajó para importantes medios gráficos, como lo son el New York Times y el Wall Street Journal Magazine, ambas publicaciones de prestigio en Estados Unidos. También para revistas locales de turismo e incluso para la American Way Magazine, la revista que se entrega a los pasajeros en los vuelos de American Airlines. Además, revistas de jardinería, el hogar y de cocina, como lo fue su trabajo para la publicación Martha Stewart Living, de la empresaria, escritora y presentadora de televisión estadounidense Martha Stewart.