Los sucesos de Barinas han acelerado las acciones en el final del chavismo, causando por lo demás un inmenso deterioro del madurismo. Hasta donde este mismo 9 de enero define de una vez el resultado del referendo, y en ese sentido desde ya se vislumbra que para unas nuevas elecciones Nicolás Maduro no deberá ser el abanderado del proceso revolucionario.
En ese sentido queda la pregunta en el aire ¿Quién será el sucesor de Maduro? Al menos como candidato. El que perdió todo su esfuerzo y energías fue Diosdado Cabello, la corta campaña electoral en Barinas lo descalificaron al querer seguir anclado al socialismo radical impuesto por Chávez. Anunciar la expropiación de un matadero fue error garrafal, y en política los errores se pagan muy caros.
Es que lo de Diosdado es tan difícil que a su corriente interna no se le puede colocar una identificación como tal, hablar del diodasdismo o el cabellismo suena así como una idea descabellada. Claro que en las primeras de cambio el gran perdedor fue él, quien consciente de que esto podría pasar, estaba proyectando a la hija de Chávez.
En eso de herencias políticas lo primero que viene a la mente son los hijos, y en este caso podría pensarse en el nombre de Nicolasito, pero desde el día que le lanzaban dólares sobre su cabeza en una fiesta árabe se le trancaron los caminos, por más que declare como canciller o ministro de economía su nombre perdió efervescencia, no pasa de ser un protegido de papá sin luz propia.
En segundo término se puede pensar en la pareja de la persona. Cilia Flores ha demostrado ser una excelente dirigente política. Hasta dicen que la presidencia de Maduro en buena parte se la debe a ella o a sus consejos. Aparte de no tener carisma, eso ella lo sabe, es de las personas que internamente se manejan muy bien. Desafortunadamente para ella, quedó descalificada cuando un viejo presidente de La Asamblea Nacional la mandó a callar groseramente.
La verdad eso de tener trayectoria o conexión con la gente lo toman muy poco en consideración los chavistas en las decisiones referente a las personas que postulen. De tal manera que muchos veían con buenos ojos a la hija de Chávez, entre otras cosas falta de financiamiento no tendría. Ha sido su propio excuñado, Arreaza, con un discurso antichavista recibiendo órdenes de Maduro quien ha execrado la posibilidad de llevar un miembro de la familia Chávez a la presidencia.
Los hermanos Rodríguez son operadores sin capacidad de decisión, no pueden ser herederos del liderazgo creado por el comandante, de falta de carisma ni hablar. Esos son los personajes que si los pones a gerenciar toman decisiones de acuerdo a su carácter sin tener nada que ver con el escenario en procura del éxito de la revolución. Necesitan un jefe que los oriente.
Alguien dirá, bueno y Padrino, que últimamente estaba proyectando unos videos promocionales en donde hasta saludaba a personal de mantenimiento. Uno no sabe hasta dónde, pero los militares están cómodos. Aunque en honor a la verdad con la incursión de grupos guerrilleros en territorio venezolano, pareciera haber cierto cuestionamiento.
Le queda chance a un outsider en donde hay un personaje que pareciera ser controlable, recién electo gobernador, relacionado directamente con Miraflores, al parecer dicen que la esposa es sobrina de la primera dama. El nombre de Luis José Marcano podría ser un batacazo con aquello de caras fresca y su particular método de hacer campaña.
Capaz de aparecer bañándose medio desnudo o realizando un baile sensual en solitario, fue a la primera juramentación que asistió Maduro, Asistió a muy pocas quizás una o dos. Lógico Maduro no es Chávez para tener la fuerza de ordenar y pedir que apoyen a Luis José como lo hizo el comandante con él, seguramente como experimentado sindicalista irá preparando terreno, de ser necesario
. Por: Claudio Schiveci
Fuente: Aporrea