El gobierno de Nicolás Maduro reportó haber potenciado el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) con 4.060 megavatios, entre marzo y diciembre de 2019, mediante labores de mantenimiento y rehabilitación de equipos. A un año del megaapagón del pasado 7 de marzo de 2019, las acciones gubernamentales no son suficientes para cubrir las fallas de generación de energía eléctrica.
por Cristina González | Edgar López / Efecto Cocuyo
“No se conocen detalles de lo hecho desde marzo de 2019 para mejorar el sistema. La opacidad informativa es característica fundamental de la gestión oficial revolucionaria. Sin embargo, por observación directa de fallas y recabando informaciones por fuentes secundarias, se puede concluir que es casi nula la efectividad de lo realizado”, plantea un experto en generación eléctrica, que pidió reservar su identidad por temor a represalias.
Las autoridades venezolanas han celebrado un aumento en la generación de energía de 2.450 megavatios, mediante la recuperación de cinco unidades hidroeléctricas en 2019. La cifra abarca apenas la tercera parte de las unidades que se encontraban inoperativas el año pasado. La Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat (Anih) registró 21 unidades hidroeléctricas indisponibles, de 55 unidades instaladas en todo el país. La unidad generadora o turbogenerador comprende el sistema que conduce el agua hacia una turbina para hacerla girar, con el objetivo de activar el movimiento de otra estructura donde la fuerza mecánica produce electricidad.
El 9 de febrero de 2020, a través de su cuenta en Twitter, el actual ministro de Energía Eléctrica, Freddy Brito, anunció la recuperación de un sexto turbogenerador: la unidad 19 de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor conocida como Guri, con un aporte de 750 megavatios para el Sistema Eléctrico Nacional. “Estaba fuera luego de los ataques al sistema eléctrico nacional en el 2019”, aseguró. Los reportes oficiales no incluyen la reactivación de los 15 turbogeneradores restantes, que representan 70% del total de unidades paralizadas en plantas hidroeléctricas para abril de 2019.
“El lapso de recuperación dependerá de la disponibilidad de gente calificada y los recursos financieros”, advierte César Quintini, ingeniero eléctrico y miembro de la ANIH. “Hay que reacondicionar equipos actualmente indisponibles, añadir capacidad adicional en las áreas insuficientemente equipadas y mantener debidamente lo que está funcionando”.
Avances insuficientes
El gobierno de Maduro atribuye el levantamiento de otros 1.610 megavatios en 2019 a trabajos de “restauración y conservación” de unidades termoeléctricas, sin especificar cuántos y cuáles equipos recibieron esta intervención. Los detalles de la gestión gubernamental son desconocidos por la ciudadanía desde 2016, cuando el Ministerio de Energía Eléctrica -así como la mayoría del Gabinete Ejecutivo- dejó de presentar sus informes anuales de Memoria y Cuenta. Los profesionales del área aportan estadísticas aproximadas: de un total de 219 unidades termoeléctricas, la ANIH calculó entre 53% y 63% de indisponibilidad para abril de 2019, principalmente por falta de mantenimiento o reparaciones.
Trabajos de mantenimiento preventivo de subestaciones y de desmalezamiento a su alrededor son otras de las actividades destacadas el último año por las autoridades en materia eléctrica. “Con el apoyo del vicepresidente y ministro Néstor Reverol y de la Milicia Bolivariana, se realizaron labores de desmalezamiento en 554 subestaciones, lo que representa un 97,9%”, reportó el ministerio. La política para proteger las líneas de transmisión, principalmente de incendios forestales, se ha denominado Plan de Desmalezamiento y Control de Vegetación, “con el mantenimiento de 234 hectáreas de corredores de líneas de transmisión”. Legisladores y expertos en el área, no obstante, han denunciado fallas materiales y de ejecución oportuna para limpiar las áreas verdes donde están asentadas instalaciones del SEN.
En junio de 2019, por ejemplo, la Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos y Mecánicos (Aviem), del Colegio de Ingenieros de Venezuela, reportó un incumplimiento de 85% en los programas de desmalezamiento y poda en subestaciones de subtransmisión y distribución. La diputada Nora Bracho, presidenta de la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional, denunció ese mismo mes la falta de herramientas básicas para los obreros asignados a labores de desmalezamiento, a los cuales también consideró desprotegidos ante los peligros de accidentes que conlleva el mantenimiento preventivo de las infraestructuras eléctricas. “Porque cuando se produce una explosión, los equipos hacen contacto en tierra, lo que pudiera crear una tragedia”, acotó.
En materia de distribución, al cierre de 2019, la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) reportó la sustitución de 1.200 transformadores y el fortalecimiento de 67 Centros Integrales de Atención al Usuario (Ciau). Los reportes oficiales en redes sociales, de hecho, exponen principalmente las labores vinculadas a la distribución de la energía. Un seguimiento sistemático de los mensajes de la cuenta en Twitter del Ministerio de Energía Eléctrica, publicados en los últimos cinco meses, permite establecer que las principales gestiones reportadas por esta institución se concentran, en primer lugar, en la instalación o sustitución de transformadores y de bombillos en casas y vías públicas.
En segundo y tercer lugar, el ministerio difunde acciones en materia de inspecciones, mantenimiento y recuperación. Este trabajo está enmarcado en una medida institucional empleada en gestiones anteriores: el Estado Mayor Eléctrico, plan asociado a la coordinación de acciones gubernamentales destinadas a mitigar y resolver las crisis eléctricas. El Estado Mayor Eléctrico fue anunciado por primera vez en 2010, luego creado formalmente en 2015 y ahora reactivado, desde abril de 2019, bajo la dirección de Delcy Rodríguez, vicepresidenta del gobierno de Maduro. El colapso del SEN también llevó al mandatario a cambiar tres veces en un año al ministro de Energía Eléctrica.