El jueves 13 de junio, el British Geological Survey (BGS) informó que el más reciente concierto de Taylor Swift en Edimburgo, específicamente en el estadio Murrayfield, podría haber sido la causa de una leve actividad sísmica detectada a pocos kilómetros del lugar.
Al parecer, los bailes y aplausos de los «swifties» lograron que el suelo se moviera un máximo de 23,4 nanómetros.
Según EFE, los detectores de la agencia nacional de monitoreo de terremotos del Reino Unido registraron a los fans bailando al ritmo de la música, alcanzando un pico de 160 pulsaciones por minuto durante «Ready For It?».
De acuerdo con el BGS, en esos momentos la multitud transmitió alrededor de 80 kilovatios de energía, lo que equivale a unas 6.000 baterías de coche.
Además, destacaron que canciones como «Shake it off» y «Cruel Summer» también habrían registrado actividad sísmica. Asimismo, se percibió un pico durante un aplauso de cuatro minutos para «Champagne Problems».