El gobierno de Estados Unidos ha anunciado el lanzamiento de un nuevo programa de reunificación familiar dirigido a ciudadanos de Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras. Según informes de la cadena CBS, el proceso se abrirá formalmente el próximo lunes y está diseñado para nacionales de estos países que tengan familiares que sean ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales y que hayan recibido la aprobación para reunirse con ellos.
Con información de El Nacional
El programa otorgará, caso por caso, un permiso de hasta tres años mientras las personas esperan la solicitud para convertirse en residentes permanentes. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) precisó en un comunicado que esta medida busca expandir las vías legales, seguras y ordenadas para reducir la migración irregular hacia Estados Unidos.
Según Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, «el Departamento ha demostrado que la expansión de nuevas vías legales, seguras y ordenadas, junto con una aplicación rigurosa, resulta efectiva en la reducción de la migración irregular y peligrosa hacia Estados Unidos».
El proceso permitirá que aquellos con peticiones aprobadas basadas en razones familiares puedan ingresar a Estados Unidos con este permiso. El gobierno emitirá las autorizaciones correspondientes para aquellos cuyos viajes hayan sido aprobados, y aquellos que ingresen al país bajo este proceso serán elegibles para solicitar un permiso de trabajo. Una vez que su visa de migrante esté disponible, podrán solicitar convertirse en residentes permanentes legales.
Este programa forma parte de las medidas anunciadas por el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado a finales de abril para reducir la migración ilegal y ampliar las vías legales de protección. Las autoridades han dejado claro que el levantamiento del Título 42, una medida migratoria implementada durante el mandato del expresidente Donald Trump, no significa que la frontera esté abierta. Además, han enfatizado que el programa se implementará en coordinación con socios regionales, incluyendo los gobiernos de México, Canadá, España, Colombia y Guatemala.
Este programa se basa en el éxito de procesos recientes que han reducido de manera sustancial los cruces ilegales en la frontera a través de una combinación de vías legales y la expulsión rápida de aquellos que no utilizan dichas vías, según el DHS.