Este lunes comenzaron en Estados Unidos y Corea del Sur las maniobras militares conjuntas anuales, las cuales han sido ampliadas en comparación al año pasado. Estos ejercicios tienen como objetivo prepararse para un posible conflicto bélico en la península y abarcarán diversas tácticas, incluyendo el uso de munición real, bombardeos, ataques aéreos e intercepción de misiles.
Las fuerzas militares de ambos países dieron inicio a un simulacro de centro de mando llamado «Escudo de Libertad» y realizarán una serie de ejercicios en campo durante los próximos 11 días. Estas maniobras tienen como finalidad fortalecer su capacidad de defensa ante las amenazas nucleares provenientes de Pyongyang, que ha incrementado su hostilidad a través de pruebas de misiles y retórica beligerante a lo largo de este año.
Hasta el momento, Corea del Norte no ha realizado comentarios respecto a estas maniobras, las cuales considera un ensayo de invasión. Sin embargo, en el pasado, ha respondido a los simulacros conjuntos de sus adversarios llevando a cabo pruebas armamentísticas provocadoras.
El ejército surcoreano anunció la semana pasada que llevará a cabo 48 ejercicios de campo con las fuerzas estadounidenses en esta primavera, duplicando la cantidad de ejercicios realizados el año pasado. Estos ejercicios incluirán el uso de munición real, bombardeos, ataques aéreos e intercepción de misiles.
Desde principios de 2022, Corea del Norte ha realizado más de 100 pruebas de misiles con el objetivo de modernizar su arsenal. Sin embargo, las conversaciones con Estados Unidos y Corea del Sur se encuentran estancadas desde hace mucho tiempo. Como respuesta, Estados Unidos y Corea del Sur han incrementado sus ejercicios de entrenamiento y han desplegado activos militares de alto poder como portaaviones y bombarderos de larga distancia con capacidad nuclear.
Corea del Norte ha llevado a cabo seis rondas de pruebas de misiles y maniobras de artillería desde el comienzo del año. Su líder, Kim Jong Un, ha declarado que abandonará su objetivo de unificación pacífica con Corea del Sur y adoptará una postura militar más agresiva en la disputada frontera marítima. Además, ha amenazado con «aniquilar» a Corea del Sur y Estados Unidos si es provocado, una amenaza que ya ha realizado en el pasado.
La actividad militar norcoreana ha generado temores de posibles provocaciones en las tensas fronteras marítimas y terrestres en la península de Corea. Sin embargo, los expertos consideran poco probable que Corea del Norte lleve a cabo un ataque directo, ya que es consciente de que su ejército se encuentra en desventaja frente a las fuerzas estadounidenses y surcoreanas.
Se cree que las provocaciones por parte de Pyongyang están relacionadas con las próximas elecciones en Estados Unidos (noviembre) y Corea del Sur (abril). Corea del Norte espera que contar con un arsenal nuclear avanzado mejore su posición en futuras negociaciones diplomáticas y le permita obtener concesiones, como el alivio de las sanciones internacionales, según los expertos.