Experta de Ecuador advirtió sobre un posible fraude en el balotaje: “La tecnología del Consejo Electoral es obsoleta”

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El próximo domingo 15 de octubre se llevará a cabo la elección del próximo presidente de Ecuador. Los candidatos Luisa González, de Revolución Ciudadana, y Daniel Noboa, de la Alianza Democrática Nacional, cerraron sus campañas el jueves y ahora se encuentran en veda electoral. Este balotaje ecuatoriano se llevará a cabo en medio de una crisis política y de seguridad. Expertos latinoamericanos han advertido sobre la posibilidad de un fraude en los resultados de las elecciones.

La desconfianza hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE) no es algo nuevo en Ecuador. Una reciente investigación de Ágora Ciudadana reveló cómo el CNE fue debilitado durante la presidencia de Rafael Correa y cómo hasta el día de hoy los consejeros han mantenido prácticas poco transparentes y enfrentamientos internos. Además, según una encuesta de CEDATOS, solo el 40% de los ecuatorianos confían en el CNE.

En este contexto, Anabelle Chacón, matemática y docente de la Universidad San Francisco de Quito, habló sobre los resultados de sus investigaciones que demuestran las irregularidades en la transmisión de resultados de la primera vuelta y las anomalías en las actas de escrutinio. También mencionó los niveles de fraude que preocupan a los observadores y expertos.

Chacón explicó que existen tres niveles de fraude. El primero puede ocurrir durante el conteo de votos, con irregularidades en el padrón y con los miembros de las juntas electorales. En Ecuador, al cerrar las urnas, los miembros de la mesa electoral deben contar y clasificar las boletas, consignando el número de votos obtenidos por cada candidato, los votos en blanco y los votos nulos. Estos datos se ingresan en un sistema informático.

En cuanto al primer nivel de fraude, Chacón señaló que, como colectivo, observaron un reglamento utilizado por el CNE para el recuento de votos. Este reglamento clasificado como confidencial indica que «si se elige una sola dignidad en el proceso electoral, el número de sufragantes será el número de papeletas utilizadas». Esto es preocupante, ya que significa que si se encuentran 400 boletas, pero la junta tiene 350 sufragantes, según el reglamento se contarán las 400 boletas.

El recuento de los votos se realiza de forma manual en cada colegio electoral (CNE/Archivo)

Durante la digitalización y recuento de votos, se puede generar una segunda instancia para un posible fraude. Chacón admitió que el fraude en el sistema informático es más complicado. Señaló que tanto la Contraloría General del Estado como su colectivo han observado la obsolescencia de los sistemas informáticos del CNE, lo que los hace vulnerables.

Además, Chacón mencionó que el CNE no utiliza un sistema informático integrado, sino que trabaja con sistemas individuales. Aunque el CNE ha anunciado la implementación de un sistema blockchain, este no funciona debido a que sigue dependiendo del propio CNE, lo que significa que no hay un control externo que garantice la seguridad del sistema.

El tercer nivel de fraude ocurre durante el procesamiento y proclamación de resultados, según explicó la investigadora.

Antes del balotaje del domingo, Chacón y Defiende Tu Voto detectaron irregularidades en la primera vuelta electoral. Por ejemplo, durante la transmisión de los resultados de los candidatos presidenciales en la página web del CNE, los dos últimos candidatos no mostraron cambios en sus porcentajes. Esto es estadísticamente imposible y puede indicar una manipulación de los datos.

Chacón y su colectivo descubrieron que en la primera vuelta, el 8.3% de las Juntas Receptoras del Voto (equivalente a más de un millón de votantes) fueron afectadas por irregularidades en las actas. Esto representa una alteración de 4.3 millones de votos si se considera que cada votante recibió cuatro papeletas.

Otra irregularidad encontrada se produjo en el voto de los presos en Guayas. En tres actas de esa jornada, se registraron 43 votos, pero luego de un recuento, se consignaron 300 votos en el acta de la votación de presidentes y cero votos en las otras actas. Esto indica que una de las tres actas debe ser falsa.

Las autoridades del Consejo Electoral están en sus cargos desde el 2018 (REUTERS/Karen Toro)

Además, el CNE ha enfrentado problemas con la plataforma de voto telemático en las circunscripciones del exterior, lo que ha llevado a repetir las elecciones en esas zonas. Esto demuestra vulnerabilidades en el sistema y también un mal manejo de los recursos públicos.

En resumen, la elección presidencial en Ecuador se llevará a cabo en medio de la desconfianza hacia el CNE y la posibilidad de fraude. Expertos y observadores están preocupados por las irregularidades encontradas en la primera vuelta y la falta de transparencia en el proceso electoral. El ganador de las elecciones gobernará desde finales de este año hasta mayo de 2025.