G77+China insta a crear una nueva arquitectura financiera ante crisis y desigualdad

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La cumbre de líderes del G77+China en La Habana concluyó el sábado con la exigencia de nuevos mecanismos para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia y la brecha tecnológica en los países en desarrollo. Más de un centenar de líderes de países en vías de desarrollo, que representan el 80% de la población mundial, se reunieron en Cuba para demandar el apoyo de las potencias en la creación de una nueva arquitectura financiera internacional.

Durante la clausura de la cumbre, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, destacó que hay dos grandes transformaciones en marcha: la revolución digital y los cambios energéticos a nivel global. Lula enfatizó la importancia de que los países del sur actúen juntos para enfrentar estos desafíos y evitar la dependencia de las economías ricas.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también hizo un llamado a las potencias mundiales para crear un orden más justo y reconoció que se está fallando a las naciones en desarrollo. El G77+China es un foro de concertación mundial cuyas ideas y políticas se llevan luego a las Naciones Unidas.

Durante la cumbre, se alcanzaron consensos en cuanto a la necesidad de emprender una reforma profunda de la arquitectura financiera internacional, para que sea representativa y atienda las demandas de los países en desarrollo. Además, se rechazaron las medidas unilaterales y los embargos impuestos por las naciones ricas, así como los monopolios tecnológicos que perpetúan la desigualdad.

La cumbre contó con la participación de líderes de todos los continentes, quienes aprovecharon la ocasión para plantear demandas regionales y nacionales a las grandes potencias. También se propuso una financiación más amplia para cuestiones tecnológicas en los países pobres y una mayor cooperación entre las naciones del sur. Se acordó la redacción de una declaración final que destaca la preocupación por el orden mundial actual y la necesidad urgente de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional.

Cabe destacar que la cumbre se llevó a cabo en Cuba, en medio de una fuerte crisis económica derivada de la pandemia y el incremento de las sanciones impuestas por Estados Unidos. Durante el evento, muchas delegaciones se reunieron con el presidente Miguel Díaz-Canel y otros funcionarios cubanos para discutir sobre áreas estratégicas como energía, biotecnología y agricultura. El expresidente de Brasil, Lula, también fue recibido en el Palacio de la Revolución al finalizar la cumbre.