Inhabilitaciones y falta de recursos empañan primarias de la oposición

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Al menos 20 dirigentes de oposición tienen aspiraciones de ser candidatos presidenciales y enfrentarse al oficialismo. 12 son de la Plataforma Unitaria y cinco de partidos pequeños e independientes que están dispuestos a medirse en unas elecciones primarias. Tres más integran la Alianza Democrática y han manifestado hasta ahora, que podrían definir un candidato por consenso.

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.-

Analistas políticos consideran que las divisiones internas, la falta de recursos de las organizaciones, la ausencia de un reglamento y una fecha para las elecciones primarias y la cantidad de políticos inhabilitados administrativamente para ejercer cargos públicos y organizaciones judicializadas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), son la espada de Damocles para la oposición en la carrera por las presidenciales 2024.

«Tener una veintena de candidatos a la fecha evidencia una gran fragmentación dentro de la oposición, por lo que es muy probable que las elecciones primarias que organice la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sean de una gran competencia interna, muy disputadas lo que lleva a pensar en que debe haber alianzas o el resultado final será de márgenes muy estrechos», considera Luis Salamanca, Doctor en ciencias políticas y profesor universitario en derecho constitucional.

Opina que si el ganador de esas primarias lo hace con un porcentaje de votos bajos que podría oscilar entre el 10 y 20%, la oposición tendría que recurrir a una segunda vuelta para darle mayor legitimidad a ese candidato. Pero este tema es complicado para los partidos políticos opositores, porque ponen sobre la mesa de discusión la cantidad de recursos monetarios que deben erogar para financiar dos elecciones, mientras paralelamente el oficialismo sacará ventaja de ese tiempo para buscar fortalecerse y movilizar a su militancia.

«La doble vuelta es una característica de los sistemas electorales del mundo, se da para hacer más legítima la candidatura de alguna persona a un cargo público, mayormente en la presidencia de la República. La Constitución de Venezuela no niega la segunda vuelta para las elecciones internas de los partidos, al no excluir el término expresamente. Se pueda llevar adelante una experiencia como esta. Lo que no está planteado en la carta magna es una segunda vuelta para elecciones nacionales como las presidenciales», explicó el jurista.

A su criterio una segunda vuelta servirá para depurar candidatos que puedan ser financiados por el oficialismo o «de dudosa procedencia democrática», indicando que la oposición plantea unas elecciones primarias abiertas, lo que no impide a los electores oficialistas participar y votar a favor de un candidato que le convenga políticamente al PSUV.

«La segunda vuelta es muy importante para evitar sorpresas dentro de la oposición. Por ejemplo que salga electo alguien que se pueda vender con el régimen. Como las primarias son abiertas puede votar muchos militantes chavistas, y sería un candidato adulterado», exclamó.

Para Andrés Caleca, expresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), los partidos políticos, la sociedad civil, sindicatos y gremios pueden apelar a la segunda vuelta para sus elecciones internas. Lo único que deben realizar es un reglamento electoral interno que así lo establezca. Desde el punto de vista legal no es un problema. La gran dificultad que enfrenta la oposición es decidir si esas elecciones primarias serán supervisadas y realizadas por el CNE.

«Muchos de los candidatos que han salido a relucir en los últimos meses en Venezuela, quieren ir a las primarias pero sin el CNE y eso pudiera conducir a que eventualmente el TSJ después que se hicieran esas primarias, las declarara ilegitimas o ilegales porque no la supervisó el CNE. Eso es un peligro latente sobre el cual ya ha amenazado Diosdado Cabello, segundo vicepresidente del PSUV, en uno de sus programas Con El Mazo Dando, transmitidos por Venezolana de Televisión. Él ha dicho que si las primarias de la oposición no las hace el CNE son ilegales. El chavismo anuncia las jugadas que hará con tiempo», indicó.

De acuerdo a su experiencia dentro del CNE, las elecciones primarias siempre han sido procesos costosos. «Movilizar las máquinas de votación, abrir los centros de votación, hacer los cuadernos electorales, habilitar a los coordinadores del CNE, todo eso tienen que pagarlo. De manera que si tú haces no sólo una vuelta sino dos con un sistema electoral tan complejo donde el escrutinio y totalización cuesta planta. ¿Quién va a pagar eso?. Lo debe pagar cada candidato en las primarias, y si eso es así, de 20 candidatos que hay actualmente, la gran mayoría quedarían eliminados, porque sus partidos no tienen recursos. Entonces las primarias se convertirían en una competencia del que tiene más real, y eso no le conviene al país», soltó.

Pugnas internas
A Andrés Caleca, expresidente del CNE, lo que más le preocupa es que los partidos de oposición estén enfrascados en el debate de la fecha para realizar las elecciones internas, sin tomar en cuenta que en el año 2018 el oficialismo valiéndose de controlar poderes como el TSJ y el CNE, adelantó las elecciones presidenciales.

«En los corrillos se dice que el Gobierno se está preparando para adelantar las elecciones para el primer semestre de 2013, cosa que no me extraña porque en el 2018 lo hicieron, y la oposición todavía no se pone de acuerdo si va a las primarias o no. Porque si fueran a hacer las primarias lo primero que tiene que hacer es nombrar la comisión que va a hacer esas elecciones internas. Las fechas que hoy propongan aspirantes como María Corina Machado, Juan Guaidó no tienen validez, es una comisión que se deben crear para las primarias, que además de las fecha tienen que presentar un cronograma de trabajo, de lo contrario la oposición está en el aire», opinó.

Una fuente de la Plataforma Unitaria, contó a LA PRENSA, que no se ha definido una fecha para las primarias ni se ha creado una comisión electoral porque «hay un conflicto de intereses entre partidos», que se han concentrado en posicionar a sus candidatos.

«Hay candidatos que tienen ventaja sobre otros porque ya han sido candidatos presidenciales o ejercen un cargo público como Manuel Rosales, de Un Nuevo Tiempo o Henrique Capriles de Primero Justicia, están posicionados ante la opinión pública. Por eso cada partido debate cuál es el candidato que tenga más opciones de ganar», señaló.

Sanciones afecta a candidatos
El pasado 24 de agosto el partido Voluntad Popular, filtró un vídeo en las redes sociales, en donde el dirigente Freddy Superlano propone a Juan Guaidó como candidato para unas elecciones primarias, a lo que su militancia aplaude y vitorea el anuncio.

Aunque Guaidó no se ha pronunciado aceptando ser candidato, analistas políticos señalan que está inhabilitado administrativamente por la Contraloría General de la República, por 15 años para ejercer cargos públicos. Así como él hay otros candidatos inhabilitados, un problema que debe resolver la oposición antes de ir a unas primarias.

«Hasta que no haya una sentencia firme reconocida por el TSJ, por el CNE de que esos señores no están inhabilitados es como juegos de artificio, porque deben competir quieran o no con el CNE en unas elecciones», dijo Andrés Caleca.

Para el politólogo Radames Graterol, estas inhabilitaciones se podrían resolver en una mesa de negociación entre el Gobierno y oposición.

Imagen del CNE afectada en el país
Luis Salamanca, doctor en ciencias políticas, sostiene que los debates de la oposición también se centran en si hacer las primarias con el apoyo técnico del CNE o con el apoyo de instituciones independientes como las universidades del país.

«El CNE no es solamente un apoyo técnico, la imagen que el CNE tiene ante el elector opositor es muy mala y eso va a generar un ruido muy grande a nivel de las candidaturas. El CNE no va a permitir que los venezolanos en el exterior participen en estas primarias», apuntó.

Autoritarismo electoral latente
Según el politólogo Radames Graterol en Venezuela existe un autoritarismo electoral. «Venezuela está junto con Nicaragua y Cuba clasificada como un autoritarismo electoral. Es decir sí hay elecciones pero las elecciones son con ventajas para el Gobierno», señaló.

Una de las ventajas que ha tenido el oficialismo es que ha judicializado desde 2018 no sólo a dirigentes políticos, también a partidos de oposición que puedan tener ventajas para ganar elecciones. «Esto no es una democracia con voto universal directo y secreto, ni respeto a los derechos humanos o contrapeso en los poderes», alegó.