La agencia de noticias Tasnim, vinculada al gobierno iraní, anunció el martes que la producción de petróleo crudo del país alcanzó los 3.115 millones de barriles por día (bpd) en octubre. Este aumento continuo en la producción de petróleo de Irán a lo largo de 2023, y en particular en octubre, se produjo después de que la administración Biden levantara temporalmente las sanciones de petróleo y gas al gobierno de Nicolás Maduro. Venezuela se ha convertido en un aliado estratégico para Irán, tanto ideológicamente como en términos comerciales, ya que participan en proyectos conjuntos de gran importancia económica.
Es importante destacar que el régimen iraní es conocido por ser el principal patrocinador financiero del terrorismo en el mundo. Se sospecha que ha canalizado cientos de millones de dólares a la organización terrorista Hamás. El aumento de las ganancias derivadas del auge en la producción de petróleo podría potencialmente financiar aún más estas actividades terroristas.
Según los datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción de Irán en octubre representa un aumento de 46.000 bpd en comparación con septiembre, alcanzando los 3.115 millones de bpd. Además, el Tehran Times informó que la producción promedio de petróleo crudo de Irán en el tercer trimestre de 2023 fue de 2.996 millones de bpd, lo que representa un aumento de 298.000 bpd en comparación con el mismo período en 2022. En los últimos tres años, ha habido un aumento constante en la producción de petróleo.
A pesar de las sanciones, Irán ha logrado mantenerse como el tercer productor de petróleo entre los miembros de la OPEP, según el Tehran Times.
Es probable que el aumento en la producción de petróleo de Irán y las ganancias que esto conlleva sean impulsados por el alivio de las sanciones petroleras a Venezuela. Esto permite a Venezuela vender su petróleo y procesarlo en el país antes de enviarlo a los mercados estadounidenses y otros mercados internacionales.
El presidente Joe Biden otorgó el alivio de las sanciones al gobierno de Maduro a cambio de una promesa de celebrar elecciones «libres y justas» en algún momento del próximo año. Hasta ahora, el régimen de Maduro parece no cumplir con su palabra.
Durante la última década, el régimen islámico ha aumentado su presencia e influencia en Venezuela como parte de su plan para expandir su dominio en América Latina.
Irán es uno de los principales socios comerciales de Venezuela y ha brindado asistencia técnica y logística para reparar las deterioradas refinerías de petróleo del país sudamericano. Estas renovaciones buscan reducir la dependencia de Venezuela de la tecnología estadounidense utilizada en la construcción y operación de las refinerías.
Además, Irán ha ampliado sus capacidades de refinación de petróleo en el extranjero y ha comenzado a refinar su propio petróleo crudo en las refinerías reparadas de Venezuela. El alivio de las sanciones otorgado al régimen de Maduro también coincide con los planes de Irán, Venezuela y Siria de construir una refinería de petróleo en la ciudad siria de Homs.
En resumen, la producción de petróleo de Irán ha experimentado un aumento significativo, especialmente después del levantamiento temporal de las sanciones a Venezuela. Este aumento en la producción y las ganancias resultantes podrían tener implicaciones tanto económicas como políticas, ya que Irán busca expandir su influencia en América Latina y financiar posibles actividades terroristas.