[VIDEO] JERUSALEMA: la banda sonora del 2020

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El hit sudafricano Jerusalema, del DJ Master KG con la voz de Nomcebo Zikode, se convirtió en la banda sonora imbatible del particular año 2020. Una letra espiritual que calza a la medida con esta época llena de malas noticas y una coreografía pegajosa diseminada gracias a la magia de las redes sociales fueron los factores determinantes para que este tema que mezcla góspel con house sobre una base de ritmos africanos invadiera el mundo, Venezuela incluida. 

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Si las discotecas estuvieran abiertas seguro sería número uno en el playlist de estos establecimientos. Pero a falta de locales dónde bailar y reunirse, Jerusalema se alzó con el primer lugar del shart en los espacios domésticos. Gracias a Instagram, a Tik Tok y al coronavirus grabarse bailando en la cocina, en la sala, en el cuarto o en el jardín está de moda, y durante estos meses esta es la canción que corona en esta práctica de autoexposición.

Familias y colectivos de todas las edades se pueden ver bailando Jerusalema a la distancia de un clic. Haciendo una pesquisa tras la etiqueta #JerusalemaChallenge aparecen grupos de niños, parejas de ancianos, reuniones de adolescentes, mamás con sus crías, y todo tipo de combinaciones humanas haciendo su versión.

En Venezuela rodó por todas partes el video de un grupo bailando en plena cola de gasolina a modo de los flashmobs de no hace tanto. Y en el mundo se ha hecho especialmente popular entre el personal de salud como una forma de dar ánimo a los soldados en primera línea de batalla contra la covid-19. Basta echar un vistazo a las redes para ver grupos de gente uniformada con su vestimenta de faena hospitalaria, moviéndose al compás de esta canción que rinde tributo al Jerusalén celestial.

El tema ya va a cumplir un año desde su primer lanzamiento y su popularidad va en alza, un fenómeno extraño en la industria del espectáculo, donde la mayoría de los productos tienen una vida útil mucho menos perdurable. Su video oficial tiene más de 220 millones de reproducciones en YouTube, y las cifras son similares en otras redes y plataformas.

Repasemos de qué va este fenómeno musical de talla global que comparan con la Macarena y que muchos medios y críticos ya no califican como canción sino como himno.

Mi reino no está aquí

“Jerusalén es mi hogar/ Sálvame/ Se fue conmigo/ No me dejes aquí”. Son los primeros versos de la canción Jerusalema traducida al español.

La autoría de la música pertenece a Kgaogelo Moagi, mejor conocido como Master KG, músico y productor surafricano de 24 años de edad y prolífica carrera, activo en la industria de la música electrónica de Suráfrica desde 2016.

No hubo una circunstancia especial ni tampoco una epifanía detrás de la historia de la canción. Cuenta el propio autor que a finales de 2019 compuso el beat que le da base. Le pareció que por los sonidos que incorporaba le iría bien ir acompañado por una letra de contenido espiritual, así que convocó a la cantante Nomcebo Zikode, con experiencia en góspel house, para darle voz y su toque personal.  La letra fue escrita entre los dos en idioma venda, uno de los 11 oficiales de Suráfrica, originario de Limpopo, localidad donde nació el autor. Grabaron, y ese mismo mes de diciembre ya el tema estaba rodando.

El éxito en África fue instantáneo. Al resto del mundo llegó varios meses después, alcanzando su apoteosis durante los meses del verano boreal.

“Mi lugar no está aquí/ Mi reino no está aquí/ Sálvame/ Ven conmigo”, dice la canción, que habla en pocos versos que se repiten cual salmos hablando del Jerusalén celestial, la tierra prometida en el cielo que Dios reserva a quienes han sufrido en el Jerusalén terrenal, metáfora de la Tierra en su conjunto, del “Valle de lágrimas”. O al menos es esa la interpretación vista desde la perspectiva bíblica, aludiendo directamente al pasaje escrito en el libro de Gálatas, versículo 4:26: “En cambio la Jerusalén de arriba es libre y es nuestra madre”.

Este fragmento del Nuevo Testamento comienza rememorando un relato que aparece en los primeros libros de la Biblia sobre los dos hijos de Abraham: el que tuvo con la esclava Agar y el que tuvo con Sara, una mujer libre. La primera representa al Jerusalén de penurias y trabajo que es la Tierra y la segunda al Jerusalén de libertad y gozo que está el cielo. Al anhelo por el segundo le canta Jerusalema.

Nadie le había dicho a Master KG que al año siguiente una enfermedad desconocida se llevaría a más de un millón de personas en todo el mundo y que una letra evocando la esperanza cristiana del firmamento sería un tiro al piso.

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