En un contexto en el que la violencia se ha apoderado de las elecciones primarias de la oposición en Venezuela, es evidente que estamos presenciando un recrudecimiento de la política que ellos llaman «democracia», pero que en realidad es un extremismo salvaje.
Además de la violencia física, también se ha amenazado de muerte a una candidata a través de las redes de comunicación. Aunque el régimen se ve prácticamente obligado a investigar estas amenazas, no podemos ignorar que han sido ellos mismos quienes han promovido la violencia y han permitido que se desarrolle impunemente.
En este clima de violencia, resulta preocupante que un «criminal», quien ha hecho llamados a la muerte y ha mostrado públicamente a encapuchados armados, sea premiado con la réplica de la espada de Bolívar por parte de un director de la «Sociedad Bolivariana». Esto demuestra cómo se promueve la delincuencia y la impunidad desde el Estado, utilizando símbolos históricos y de identidad nacional para fomentar la ruptura de la Constitución y las leyes.
Ante esta realidad, es difícil garantizar una completa unidad opositora, especialmente si tenemos en cuenta que la candidata que encabeza las encuestas está «inhabilitada» y los demás se encuentran en posiciones secundarias. A menos que surja un auténtico acuerdo por el bien del país, la candidatura del empresario Lorenzo Mendoza sería la única opción contundente que podría acabar con el régimen en todas sus estructuras políticas, incluyendo los llamados a la violencia.
Si el escenario político descarta la realización de las elecciones primarias y se adelantan las elecciones presidenciales, Lorenzo Mendoza podría ser la última esperanza de Venezuela para desmantelar un neototalitarismo que ha erosionado las instituciones y destruido el tejido social del país.
La pregunta que surge es si el exitoso industrial estaría dispuesto a asumir este compromiso, considerando que en el pasado negó su participación en las elecciones presidenciales de 2018. Sin embargo, en la actualidad no ha rechazado la posibilidad y su apoyo ha aumentado de manera evidente en todos los sectores del país. Incluso el régimen ha mostrado preocupación ante la posibilidad de que Mendoza se postule, ya que saben que sería imposible derrotarlo y su victoria significaría la caída definitiva de Nicolás Maduro.
Los tiempos son críticos y la violencia se intensifica. El Estado se hunde en la miseria, la pobreza y la emigración. La oposición necesita unir fuerzas y enfrentar la grave crisis que enfrentamos. Lorenzo Mendoza es la única candidatura que no necesita hacer campaña presidencial, ya que su nombre por sí solo generaría un respaldo absoluto por parte de todo el país. Además, cuenta con el respaldo incondicional de Estados Unidos, la Unión Europea y muchos líderes latinoamericanos.
Es posible que Mendoza esté esperando el desenlace de las elecciones primarias para tomar una decisión final. Venezuela espera con ansias sus palabras y confía en su sabiduría para tomar la mejor decisión. Él es el candidato que puede acabar con el régimen de Nicolás Maduro a través de los votos y es nuestra única esperanza válida de unidad.
Asi es Lorenzo podria ganar y tumbar a maduro y tambien la muerte esta cerca que lo va a tumbar.
Ya no pueden hacer trampa cuando lo hicieron con capriles. Fue pagado y sedio a la trampa.
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