La desinformación pone en relieve las dos caras de la Inteligencia Artificial

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La inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza y los expertos están advirtiendo sobre los peligros de su uso. Sin embargo, también destacan las ventajas que puede ofrecer. Además, consideran que es crucial saber cómo detectar y combatir los falsos contenidos creados con esta herramienta, especialmente en el campo del periodismo.

Con información de El Pais

La inteligencia artificial, con motores como ChatGPT, ha alcanzado más de 100 millones de usuarios en tan solo dos meses desde su lanzamiento. Esta tecnología tiene dos caras opuestas en la era de la desinformación. Por un lado, tiene la capacidad de generar contenido que puede promover odio y desinformación, y aún carece de una regulación adecuada. Por otro lado, puede ayudar a desarrollar nuevas herramientas para identificar y combatir las noticias falsas.

Para Esteban Ponce de León, analista del Laboratorio Forense Digital del Atlantic Council, lo más preocupante de la inteligencia artificial es su «conciencia artificial», que se refiere a un sistema capaz de comprender contextos más complejos y que avanza hacia la capacidad de imitar procesos conscientes. Según él, estamos en un momento de evolución de estas tecnologías y es importante ser conscientes de los desafíos que plantean.

Tamara Hann, del Centro de Información de la ONU en Argentina, también expresa su preocupación por la falta de transparencia en el avance de la inteligencia artificial y sus herramientas. Le preocupa cómo los motores de difusión de contenido priorizan el entretenimiento en lugar de la información útil para los usuarios. La ONU teme que los contenidos generados por inteligencia artificial promuevan el odio y la desinformación, presentándolos como hechos reales diseñados para engañar. Esto pone en riesgo los objetivos de la Agenda 2030.

Sin embargo, la inteligencia artificial, cuando se utiliza de manera adecuada, puede contribuir al desarrollo de herramientas que ayuden a periodistas y al público en general a verificar bases de datos utilizando procesamiento de lenguaje natural. Europa Press, por ejemplo, está probando una plataforma creada con inteligencia artificial para combatir las noticias falsas. Su herramienta muestra resultados prometedores en la sala de redacción, al resaltar en azul y rojo la información sospechosa en textos tras una búsqueda en todos los grandes motores de búsqueda como Google.

La lucha contra la desinformación también está en auge en Iberoamérica, con propuestas novedosas de contenido presentadas en la cumbre. Google presentó una herramienta llamada Fact Check Explorer, que permite verificar la procedencia de imágenes, detectar si se han sacado de contexto o si se les está dando un uso diferente al original. Además, muestra una línea de tiempo de uso en la red y cuántas veces se ha compartido una imagen.

La Agencia France Press, que ha experimentado un crecimiento significativo en su equipo de verificación de contenidos, está ofreciendo cursos gratuitos en línea para periodistas y estudiantes de todo el mundo. Capacitar a comunicadores dentro y fuera de la red permite tener monitores que ayuden a verificar y difundir contenidos confiables.

En resumen, la cumbre sobre desinformación ha sido el escenario para presentar proyectos innovadores en América que contribuyen a detectar noticias falsas, contrarrestar contenidos engañosos y frenar las narrativas de odio. Aunque algunos proyectos se están probando a nivel local, todos ellos contribuyen a abordar un problema que afecta a los medios de comunicación en general.