Argentina se encuentra en medio de un intenso debate sobre la posibilidad de dolarizar su economía como solución a décadas de alta inflación. El candidato de ultraderecha, Javier Milei, ha propuesto esta medida y ha ganado popularidad entre una sociedad que está cansada de la pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, los expertos consideran que esta propuesta es «una pérdida de tiempo» debido a la falta de dólares en el país.
Milei ha propuesto eliminar el Banco Central y aplicar recortes en el gasto público, además de dolarizar la economía. Aunque el candidato ha mencionado cinco proyectos para llevar a cabo esta medida, también ha admitido que no se implementaría a corto plazo y ha hablado de la idea de «competencia de monedas».
A pesar de que la dolarización es un tema dominante en la discusión pública de cara a las elecciones de octubre, los principales candidatos rechazan adoptar el dólar como moneda de curso legal. Patricia Bullrich, candidata de centroderecha, propone la convivencia del peso y el dólar, mientras que Sergio Massa, candidato oficialista del peronismo, no ha propuesto ningún cambio en este sentido.
Más de 170 economistas han advertido que la dolarización es «un espejismo» y que existen obstáculos insalvables debido a la falta de dólares en Argentina. Además, señalan que la implementación de esta medida implicaría un aumento absurdo de la deuda pública y podría provocar una hiperinflación y violación de los derechos de propiedad.
Argentina ya experimentó la convertibilidad en 1991, que estabilizó los precios pero colapsó en 2002. Los expertos señalan que la alta inflación en el país se debe al constante desequilibrio de las cuentas fiscales y al financiamiento monetario del Tesoro a través de la emisión de dinero. Para solucionar este problema, los expertos consideran que Argentina debe ordenar sus cuentas públicas y reducir el gasto de manera responsable.
En resumen, a pesar del debate sobre la dolarización en Argentina, los expertos consideran que esta medida no es viable debido a la falta de dólares en el país y los obstáculos que implicaría. En lugar de buscar soluciones rápidas, Argentina debe enfocarse en ordenar sus cuentas públicas y reducir el gasto de manera responsable para controlar la inflación.