La guerra entre Israel y Gaza pone en jaque a la economía mundial

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El conflicto bélico en Medio Oriente se suma a las preocupaciones económicas mundiales, que ya se encuentran en un estado delicado debido a varias crisis superpuestas. La reciente guerra entre Israel y Hamás amenaza con generar caos en la región y complica aún más los esfuerzos por contener la inflación y estabilizar la producción global.

Los principales responsables de política económica se reunieron en Marruecos durante los encuentros anuales del FMI y el Banco Mundial, pero se encontraron con una nueva crisis que dificulta la recuperación económica. Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, expresó su preocupación por el impacto de la guerra en las economías mundiales, especialmente en un momento en que los bancos centrales están tratando de controlar la inflación sin desencadenar una recesión.

Aunque el impacto inicial del conflicto en Medio Oriente en la economía mundial es limitado en comparación con la guerra en Ucrania, los mercados del petróleo ya están nerviosos. Un aumento en los precios del petróleo podría presionar a la Reserva Federal y a otros bancos centrales para que aumenten las tasas de interés, lo que podría tener consecuencias negativas en la economía mundial.

El FMI advierte sobre la fragilidad de la recuperación económica global y reduce sus previsiones de crecimiento para este año y el próximo. La economía europea se enfrenta a tensiones crecientes debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la transición energética que está teniendo lugar en la región. La dependencia del gas natural ruso ha llevado a los gobiernos europeos a buscar proveedores de Medio Oriente, pero el conflicto en la región puede complicar aún más la situación.

África subsahariana también se ve afectada por la desaceleración económica mundial. El crecimiento se contraerá este año, aunque se espera una recuperación el próximo año.

En medio de estas crisis económicas, muchas naciones se enfrentan a una abrumadora deuda. La deuda promedio en África subsahariana ha aumentado significativamente en la última década, lo que dificulta aún más la recuperación económica de la región.

Además de estas crisis, el mundo se enfrenta a una reevaluación de las cadenas de suministro globales y a las crecientes rivalidades geopolíticas. También se necesitarán billones de dólares en nueva financiación para enfrentar el cambio climático en los países en desarrollo en la próxima década.

Una de las mayores incertidumbres es el impacto de la desaceleración económica en China en el resto del mundo. El FMI ha reducido sus previsiones de crecimiento para China este año y advierte sobre el impacto que esto puede tener en los países que forman parte de la cadena de suministro industrial asiática.

En resumen, el conflicto en Medio Oriente complica aún más la situación económica mundial, que ya se encuentra en un estado delicado debido a varias crisis superpuestas. Los mercados del petróleo están nerviosos y las perspectivas de crecimiento se han reducido. Los países se enfrentan a una serie de desafíos económicos y geopolíticos, lo que dificulta la recuperación económica global.