La ex colonia inglesa de Guyana se encuentra enfrentando inesperadas amenazas a su próspera economía, que ha sido impulsada por la compañía petrolera estadounidense Exxon. La amenaza proviene de otra empresa petrolera, Chevron, cuyo presidente, Javier de la Rosa, ha demostrado habilidad y resistencia en el negocio. Sin embargo, la situación en la vecina Venezuela no es favorable, lo que complica aún más las perspectivas de Guyana.
A diferencia de Venezuela, los yacimientos petroleros de Guyana se encuentran costa afuera, a una distancia considerable de la costa y a una profundidad marina significativa. Estos yacimientos contienen reservas de aproximadamente 11 mil millones de barriles de petróleo, lo que representa alrededor del 0.6% de las reservas mundiales. Además, el costo promedio de producción en Guyana es de alrededor de $26 por barril, mientras que en Venezuela es de $15-16 por barril.
Sin embargo, recientemente se ha anunciado que Exxon se retira de sus actividades en el Bloque Kaieteur de Guyana debido a la escasez de petróleo encontrado. Esta retirada tendrá un impacto negativo en el futuro de Guyana y en la confianza de los inversionistas en el país, que hasta hace poco era el más pobre de la región. A esto se suman otros desafíos, como la falta de experiencia en la industria petrolera y la falta de una estrategia competitiva en los mercados petroleros.
Además, la demanda de petróleo está condicionada por diversos factores, como la cancelación del oleoducto de Keystone en Canadá, los conflictos en Ucrania y entre Hamás e Israel, y las sanciones contra Venezuela que han sido levantadas temporalmente. Estos factores pueden afectar la competitividad de la oferta de petróleo de Guyana en el mercado internacional.
Otro desafío para Guyana es la llamada «Enfermedad Holandesa», que se refiere a los efectos negativos de la dependencia excesiva de los ingresos petroleros en la economía. Además, la falta de estabilidad social, la falta de experiencia de los trabajadores y la corrupción son factores que amenazan la producción y el desarrollo de la industria petrolera de Guyana.
En comparación, Venezuela posee reservas de petróleo mucho mayores y una producción actual de alrededor de 733,000 barriles por día. Aunque el costo de producción en Venezuela es ligeramente más alto, sigue siendo competitivo en comparación con el petróleo de Guyana.
En resumen, el panorama para Guyana es incierto. El levantamiento gradual de las sanciones contra Venezuela podría representar una amenaza a corto y mediano plazo para la economía guyanesa. Sin embargo, esto también podría brindar oportunidades para negociaciones y posibles reclamaciones legales por parte de Guyana. En última instancia, el futuro de Guyana en el negocio petrolero dependerá de las decisiones políticas y de la capacidad del país para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades.