Jerusalén, 26 de octubre (EFE).- Desde el inicio del conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás el 7 de octubre, los ataques israelíes contra la Franja de Gaza han dejado un trágico saldo de víctimas. Según el Gobierno de Sanidad del enclave, al menos 7.028 palestinos han perdido la vida y otros 18.484 han resultado heridos.
Estas cifras desgarradoras incluyen a 2.913 niños, 1.709 mujeres y 397 ancianos entre los fallecidos en la Franja. La guerra ha tenido un impacto devastador en la población civil, especialmente en los grupos más vulnerables de la sociedad.
La situación en Gaza es desesperante, con hospitales y centros de salud desbordados y falta de suministros médicos básicos. Las familias palestinas están sufriendo un sufrimiento inimaginable, con hogares destruidos y vidas destrozadas.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación y condena ante esta escalada de violencia. Se han realizado llamamientos a ambas partes para que cese el fuego y se busque una solución pacífica y duradera al conflicto.
Es urgente que se encuentre una salida diplomática a esta crisis humanitaria. La vida de miles de palestinos está en peligro y es responsabilidad de la comunidad internacional actuar para protegerlos y garantizar su seguridad.
La guerra en Gaza ha generado un debate global sobre el conflicto israelí-palestino y la necesidad de encontrar una solución justa y duradera. Mientras tanto, las víctimas siguen sumándose y el sufrimiento se intensifica en la Franja de Gaza. Es hora de que la paz y la justicia prevalezcan en esta región asolada por la violencia.