Maduro: estrategias para reelegirse

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«El nacionalismo tiende a jugar con la idea de superioridad y destino único, a menudo conduciendo a la exclusión y al conflicto. Es una estrategia peligrosa que puede desatar fuerzas que son difíciles de controlar»

Hannah Arendt

La estrategia de Jorge Rodríguez para llevar a Nicolás Maduro a la reelección presidencial se basa en tres pilares fundamentales: el control social, la fragmentación de la oposición y el nacionalismo.

Control social

Para reconectar con las clases populares, es necesario contar con divisas para la adquisición y distribución de alimentos importados en las bolsas CLAP, así como para pagar bonos y aumentar el salario mínimo. La inflación elevada y los bajos salarios de los trabajadores públicos y jubilados han contribuido al creciente descontento y desaprobación hacia el gobierno de Maduro. Según estudios de opinión recientes, ocho de cada diez venezolanos desean un cambio político.

El principal mecanismo para obtener ingresos lícitos en dólares es la exportación de petróleo y productos refinados a Europa y Estados Unidos, para lo cual es necesario levantar las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a la estatal petrolera Pdvsa.

El Acuerdo de Barbados es esencial para inyectar fondos en las arcas del Estado. Aunque la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) afirma que la reincorporación de las compañías petroleras no implica un ingreso directo de divisas para el régimen de Maduro, esto no es del todo cierto. Las empresas mixtas contribuyen con impuestos, regalías y dividendos tanto al Estado como a Pdvsa. Según estimaciones de Inter-American Trends, solo el mes pasado estas empresas generaron ingresos por 619 millones de dólares.

Un indicador del aumento de divisas en el mercado cambiario venezolano es la relación entre el dólar estadounidense y el bolívar. Desde la firma del acuerdo, la devaluación de la moneda nacional ha mostrado una tendencia a la desaceleración, según datos del Banco Central de Venezuela.

Por lo tanto, la estrategia para aumentar los fondos del régimen y asegurar que Maduro sea un candidato competitivo en las próximas elecciones presidenciales depende de si la dictadura cumple o traiciona el Acuerdo de Barbados. Tiene hasta la próxima semana para demostrar su compromiso con el pacto.

Nacionalismo

Otra estrategia de Rodríguez es utilizar el nacionalismo para azuzar un sentimiento de identidad nacional y unificar al país en torno a Maduro. Esto se ha llevado a cabo a través de la convocatoria a un referéndum consultivo sobre la disputa del Esequibo, una zona de reclamación amenazada por el gobierno de Guyana y la compañía petrolera Exxon. Sin embargo, la Comunidad del Caribe (Caricom) ha apoyado firmemente a Guyana y ha enfatizado que las fronteras son inviolables y cualquier disputa debe resolverse en la Corte Internacional de Justicia.

Además, la presencia de China y Brasil en el territorio del Esequibo continúa, y su postura en este conflicto tendrá un impacto directo en las relaciones de Venezuela con estas potencias. La construcción de infraestructuras clave, como la autopista que unirá Manaos con Georgetown, muestra cómo está evolucionando la geopolítica regional independientemente de las acciones de Venezuela.

La reacción de actores internacionales como Caricom y las posturas de China y Brasil indican que el debate sobre el Esequibo y la política del régimen de Maduro afectarán su posición y percepción en el escenario internacional.

Por lo tanto, la estrategia del nacionalismo podría ser utilizada como pretexto para una transición del autoritarismo a un Estado de excepción, con el argumento de proteger el «interés superior de la nación». Esto podría llevar a una mayor restricción de las libertades individuales y posponer las elecciones presidenciales de 2024 a 2025, si la popularidad de Maduro no garantiza la victoria electoral. Una incursión militar en el Esequibo por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana debería ser considerada con precaución.

En consecuencia, con la convocatoria del referéndum consultivo el 3 de diciembre, el madurismo se enfrenta a una situación complicada. Al tratar de presentar la participación popular como un triunfo y validar sus cinco preguntas, el régimen busca justificar políticamente el aplazamiento de las elecciones presidenciales hasta el primer semestre de 2025, convirtiéndolas en una megaelección que incluiría gobernaciones, alcaldías y parlamentarias. Además, intenta ocultar la pérdida de territorio en la disputa del Esequibo.

Este nacionalismo se enfrenta a un falso sentido de patriotismo que puede llevar al desastre. La historia de Argentina con las Islas Malvinas es un claro ejemplo de cómo la subestimación de la respuesta internacional y el extremismo nacionalista resultaron en un fracaso tanto militar como político.

Fragmentación de la oposición

Después de las elecciones primarias, al no obtener los resultados esperados, la estrategia de fragmentar la oposición se ha trasladado a 2024. Ahora buscan desgastar el liderazgo de María Corina Machado utilizando el control social y el nacionalismo.

Conclusión

Maduro enfrenta un alto nivel de rechazo popular, superando el 80%, y la presión internacional está aumentando para que se realicen elecciones libres y verificables en 2024. La posible postura hostil de Caricom hacia Venezuela, junto con la reversión de licencias importantes por parte de la administración Biden y la desmoralización de las Fuerzas Armadas, complican aún más el panorama político del país.

Además de los desafíos políticos y militares, el régimen de Maduro se enfrenta a una situación económica y geopolítica compleja. La dependencia de los ingresos por exportaciones de petróleo y productos refinados, junto con las fluctuaciones en los mercados internacionales y las tensiones regionales y globales, tienen un impacto directo en la estabilidad del régimen. La participación de actores extranjeros en el Esequibo, especialmente en términos de exploración de recursos naturales, es un factor que no se puede ignorar.

En este contexto, es crucial que Jorge Rodríguez reconsidere su estrategia y busque soluciones que promuevan una salida democrática a la crisis y el respeto por el derecho internacional. Evitar caer en las trampas de traicionar el Acuerdo de Barbados, adoptar un nacionalismo excesivo y tomar acciones precipitadas que podrían tener consecuencias desastrosas tanto para el país como para la región. Recordemos la famosa frase de autor anónimo: «La fuerza colectiva de un pueblo es como un río en crecida; una vez que se levanta, fluye con un poder que nada puede contener».

Argentina acaba de demostrarlo. La grosera campaña del miedo contra Milei no pudo detener las aspiraciones de la mayoría. Lo mismo podría ocurrir en Venezuela. En el corazón del pueblo hay un deseo unido de cambio. No hay nacionalismo, control social ni fragmentación de las fuerzas democráticas que puedan resistir su voluntad.