El presidente Nicolás Maduro reafirmó el viernes la posición de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la disputa territorial con Guyana. Aunque representantes de su gobierno celebraron que el tribunal no ordenara la suspensión del referendo consultivo programado para el 3 de diciembre sobre esta controversia, Maduro dejó en claro que no reconocen a la CIJ como mecanismo para resolver el conflicto del Esequibo.
En respuesta a la solicitud de Guyana de tomar medidas provisionales para bloquear el referendo, la CIJ urgió a Caracas a abstenerse de tomar cualquier acción que modifique la situación del territorio o agrave y prolongue el litigio ante el tribunal. Sin embargo, no solicitó directamente la cancelación del referendo.
Para Maduro, la verdad de Venezuela ha triunfado, ya que las solicitudes de Guyana contra el referendo fueron desechadas. El gobierno chavista apuesta por este referendo para fortalecer su defensa en la disputa por el territorio de casi 160,000 kilómetros cuadrados. Maduro invitó a los ciudadanos a participar en la consulta y responder «cinco veces sí» a las cinco preguntas que plantean, entre otros puntos, la anexión del territorio en disputa al mapa venezolano.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, afirmó que la CIJ ha señalado a Guyana como un «ocupante de facto» del área y le ha pedido que ponga fin al otorgamiento de concesiones a empresas petroleras para explorar en áreas que Venezuela considera pendientes por delimitar.
A pesar de que la CIJ considera que la celebración de este referendo constituye un riesgo real de perjuicio contra Guyana, Venezuela seguirá adelante con los preparativos para la consulta, que ha sido el foco de atención de las instituciones estatales en las últimas semanas.
La campaña para el referendo finalizará este viernes en Caracas con el Esequibo Fest, un gran concierto que busca cerrar con broche de oro este proceso consultivo.