Médicos Unidos por Venezuela: Nuestras cifras de covid-19 no coinciden con las del Estado

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Jaime Lorenzo dijo que en muchos casos, los médicos deben firmar el certificado de defunción con el diagnóstico disponible aunque no haya llegado la prueba PCR para descartar o ratificar si el paciente tiene covid-19

TalCual

El director de la ONG Médicos Unidos por Venezuela, Jaime Lorenzo, reveló que hasta el 28 de julio la organización que preside contabiliza un total de 34 fallecidos en el gremio de salud a causa del covid-19, desglosando la cantidad en 26 médicos, siete integrantes del personal y un biomédico, cifras que por supuesto son extraoficiales.

Lorenzo indicó que para hacer los diagnósticos, los galenos tienen tres mecanismos para poderlo dar: el epidemiológico, la clínica del paciente -donde se le interroga los síntomas que padece- y los estudios de laboratorio. En ese sentido, destacó que en muchas ocasiones se han registrado los decesos debido a que las pruebas PCR para descartar o ratificar la presencia de coronavirus llegan después de producirse el fallecimiento.

En entrevista con Vladimir Villegas en su programa «Vladimir a la Carta», Jaime Lorenzo indicó que existen ciertos inconvenientes con las cifras de galenos fallecidos presentada por las autoridades, ya que ellos registran oficialmente que ha ocurrido unas seis o siete, pero los mismos no han sido identificados.

«Hay un problema, desde ayer tenemos una información de un colega fallecido en el estado Vargas, pero nosotros hacemos una investigación necesaria antes de anexar su muerte a la lista de decesos por covid-19; así como tenemos 11 casos más que estamos evaluando para ver si se registra su muerte por este virus o si tiene que ver con otros procesos que estaban padeciendo», detalló.

Respecto al acondicionamiento de espacios de gran envergadura como el Poliedro de Caracas o el complejo deportivo Naciones Unidas, el especialista indicó que en países como España se aplicó la medida cuando el sistema de salud había sido rebasado y que tanto en esos espacios, como en los hoteles que fueron destinados para realizar una vigilancia de casos asintomáticos positivos o con síntomas leves, se contó con la vigilancia permanente de los equipos de salud con el fin de atender cualquier eventualidad surgida.

En ese sentido, refirió haber visto las imágenes publicadas de lo que la administración de Nicolás Maduro lleva a cabo en el Poliedro y alertó que no ha podido ver en la organización la estancia que ocupará el personal de médicos y de salud que debe estar vigilando de forma perenne a los pacientes que estarán recluidos allí porque «tiene que ser un equipo que dé garantía a las personas de que van a tener asistencia continua».

Aclaró que no existe una confirmación en tiempo real por parte de los médicos para contrastar o refrendar las cifras del Ejecutivo debido a la persecución que se ha registrado contra los profesionales de la salud que se han atrevido a revelar cifras respecto a la enfermedad, que insistió son dadas de forma extraoficial por no ser los voceros autorizados para poder ofrecer la información. Por ello, dijo que «estamos siempre corriendo el riesgo que seamos invitados a una conversación con organismos del Estado y existe la posibilidad de ser considerados «bioterroristas», aunque sí indicó que manejan una data detallada de enfermos por covid-19 en todo el país.

Ante esa situación, el director de la ONG Médicos Unidos por Venezuela subrayó que las cifras que ellos manejan no coinciden con las arrojadas por el Estado de forma diaria por varias razones: Una de ella es la acción de un pequeño grupo que hace los diagnósticos PCR, aunado al retraso en la entrega de los resultados de dichas pruebas -porque en el país solo el Instituto Nacional de Higiene y recientemente el IVIC son quienes procesan unas 2.000 diarias- propicia que cuando se sucede una muerte, el médico, por seguridad personal, aunque tenga la presunción de que la muerte fue por covid-19, debe firmar el certificado de defunción con las pruebas que tiene a la mano, aunque el test de descarte o ratificación de la enfermedad no haya llegado.

«El porcentaje es alto y es muy alto porque hay cantidad de pacientes que tienen síntomas de lo que parece covid-19, pero no podemos diagnosticar sin la PCR», manifestó.

Considera que el mandatario venezolano Nicolás Maduro debe sopesar la decisión de que cualquier paciente que presente síntomas leves o que esté asintomático pero salga positivo sea trasladado a un centro de salud porque eso trajo como consecuencia el colapso del sistema hospitalario -que ya estaba golpeado por la crisis humanitaria compleja- y de los hoteles, comparando la situación con otros países al decir que este tipo de pacientes es recluido en casa y vigilado por la familia y un equipo de salud.

Dijo que muchas de las personas que están actualmente hospitalizados ocupando una cama, quizás no deban estar ahí por ser asintomáticos o tener síntomas leves, por lo que sugirió que solo los hospitales -donde está una mayor tecnología- se usen para controlar los casos graves.

«Se vendió la idea de que cualquiera que tuviera síntomas, acudiera al hospital centinela (…) Todo paciente tiene que ir a la institución más cercana para evitar moverse en grandes distancias y es ahí donde se hace la evaluación del equipo médico, que va a la casa de la persona y le receta medicinas para mantenerlo vigilado. Si se detecta que la condición del paciente puede empeorar, es que pasa entonces al hospital centinela, esto se hace para poder maximizar los pocos recursos que tenemos», señaló.

También recomendó la posibilidad de aumentar la capacidad de poder realizar diagnósticos de pruebas PCR en todo el país, haciendo énfasis que en 2015 debido a la epidemia de sarampión que se registró en el país, el INH estableció un laboratorio por cada estado para llevar a cabo las pruebas y analizar ese virus. «Si hubieses reactivado la mitad de esos laboratorios, se habría logrado algo».