El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunciaron este viernes un acuerdo destinado a prevenir el embarazo adolescente y fortalecer los sistemas de protección infantil en América Latina y el Caribe. En esta región, una de cada cinco niñas se casa o entra en una unión temprana antes de los 18 años.
«Las tasas de fecundidad en adolescentes, los niveles de violencia de género y la mortalidad durante el parto son manifestaciones de desigualdad que afectan significativamente la vida de las personas y el desarrollo de nuestra región”, afirmó Susana Sottoli, directora regional del UNFPA para América Latina y el Caribe, en un comunicado.
Latinoamérica es la única región donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años. Además, ocupa el segundo lugar en número de embarazos adolescentes a nivel mundial, según datos de la ONU. Se estima que 2 de cada 3 mujeres de entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia en diversos ámbitos de su vida.
Las oficinas regionales de la ONU han acordado esta alianza con el objetivo de promover los derechos de niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe, mediante acciones conjuntas que contribuyan a las metas de la Agenda 2030. Entre estas acciones se incluyen la reducción de la mortalidad materna y neonatal, la prevención de enfermedades transmisibles como el VIH, la promoción del acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, la igualdad de género y la protección contra abusos, explotación, trata y violencia.
Este acuerdo «permitirá intensificar esfuerzos, involucrar a más aliados estratégicos, trabajar de manera coordinada y maximizar los impactos para apoyar a los países en la formulación de políticas públicas que prioricen a mujeres y niñas», destacó Sottoli. También enfatizó la importancia de mejorar la visibilidad estadística para abordar las disparidades y necesidades de grupos específicos.
En concreto, la alianza «fijará acciones de incidencia en reformas legales y políticas para abordar el embarazo adolescente», incluyendo el acceso a sistemas de protección integral con servicios especializados de salud sexual y reproductiva para adolescentes y la revisión de la edad legal para contraer matrimonio.
Además, se enfocarán en la prevención de la violencia, especialmente contra niñas y adolescentes, mediante la generación de datos y evidencia que permitan influir en la política pública y fortalecer las instituciones nacionales para proteger a la infancia.
Garry Conille, director regional de UNICEF, declaró que «el empoderamiento de las niñas y adolescentes es crucial no solo para avanzar en la realización de sus derechos, sino también para romper el ciclo de inequidad, discriminación y violencia en toda la región».