Con Informacion de MONCLOA
Afortunadamente para Pedro Sánchez, el cara a cara ha llegado a su fin. A pesar de que el presidente del Gobierno manifestó después del encuentro con el líder del Partido Popular que él «quisiera más debates», Pedro Sánchez ha puesto gran parte de sus esfuerzos en defenderse ante un Alberto Núñez-Feijoo agresivo y atacante. Con Sánchez mostrando nerviosismo y con corbata roja, y un Núñez-Feijoo más tranquilo y con corbata azul, el debate entre ambos políticos se ha convertido en una hora y media de discusión entre el PP y el PSOE de siempre, olvidando su deber de dirigirse a la ciudadanía y luchando entre sí por imponer su verdad partidista.
Con pocas propuestas, numerosos datos contradictorios entre ambos bandos y muchas interrupciones, ambos políticos han protagonizado un debate en el que Núñez-Feijoo ha atacado al presidente del Gobierno desde el principio. Desde el primer bloque, el económico, el representante del Partido Popular ha arremetido contra el Gobierno actual, desde el PIB hasta la deuda española, pasando por el plan de implementar peajes en las autopistas a partir de 2024. Por su parte, Pedro Sánchez se ha mostrado nervioso, con un lenguaje corporal defensivo mientras interrumpía a Feijoo en un intento de argumentar sus políticas utilizando datos sobre el empleo y la reducción de la inflación. Sin embargo, el presidente no ha sabido aprovechar los errores de su oponente ni las acciones de su Gobierno para equilibrar el debate, mostrando la imagen de un presidente que no recuerda de memoria lo que ha hecho durante sus cuatro años en el Ejecutivo.
Ninguno de los dos candidatos ha realizado grandes promesas. Los temas de vivienda, pensiones, educación y sanidad han brillado por la falta de innovación. Pedro Sánchez ha afirmado que pretende aumentar el fondo de pensiones en cinco mil millones de euros cada año, mientras que Feijoo ha propuesto «cofinanciar al 50% la educación infantil». Más allá de eso, Pedro Sánchez ha aprovechado las antiguas declaraciones de Feijoo sobre la construcción de viviendas públicas para atacar al contrario mencionando los únicos 10 hogares públicos que se construyeron en Galicia. Por su parte, Feijoo ha contraatacado argumentando que en realidad se construyeron 2.500 viviendas, una cifra que ha sido desmentida por El País, y ha vuelto a mencionar la lucha contra la ocupación como su principal medida en este ámbito.
El sobre «del acuerdo» de Feijoo frente a los ataques de Sánchez sobre Vox
El bloque de los pactos ha sido el momento en el que Sánchez ha podido igualar el impulso que había ganado el candidato del Partido Popular desde el inicio del debate. Mientras Pedro Sánchez no ha sabido destacarse en el tema de la violencia de género, en el que no ha sabido defender la Ley del «solo sí es sí», sí ha aprovechado los gobiernos autonómicos del PP con Vox para buscar uno de los principales objetivos del PSOE en este debate: movilizar al votante de izquierdas por miedo a los simpatizantes de Abascal.
Por su parte, Núñez-Feijoo ha querido dar protagonismo al sobre marrón, que ha firmado en directo, sin negar explícitamente que negociará con Vox. Mientras abría, cerraba, adelantaba y levantaba el sobre «del acuerdo» de la lista más votada sin conocer aún los resultados, Feijoo ha destacado que Sánchez «no puede dar lecciones sobre pactos» y ha repetido en numerosas ocasiones su percepción de la relación del Gobierno con los independentistas, mientras Sánchez interrumpía o buscaba la palabra de los periodistas más de lo que la cedía.
Feijoo supera a Sánchez en cuanto a imagen política, mientras que el «talante presidencial» de Sánchez queda mermado
Pedro Sánchez ha intentado apropiarse del marco narrativo del Partido Popular, mientras que Feijoo ha utilizado las líneas que sabe que funcionan para él. El presidente del Gobierno ha querido aprovechar las polémicas del conocido «¡que te vote Txapote!» y del Falcón, perdiendo tiempo para ganarse a los votantes con propuestas sobre posibles negociaciones con Sumar o sobre lo que ha hecho durante esta legislatura. Por su parte, Feijoo ha sido contundente y ha sorprendido desde el principio, dando un golpe final al presidente con sus políticas respecto a Marruecos. Sin embargo, el líder del PP ha evitado posicionarse sobre la violencia de género, el CGPJ o Vox.
El presidente no ha aprovechado sus años en La Moncloa, durante los cuales ha gobernado a pesar de una pandemia y una guerra internacional. Su minuto de oro lo ha dedicado al «túnel del tiempo tenebroso» que, según él, se creará si el PP gana y gobierna con Abascal. Mientras tanto, Feijoo ha agradecido a los españoles, ha pedido su voto y ha hablado en primera persona. Así, Sánchez ha entrado en el juego y no ha aprovechado sus cualidades como presidente para enfrentarse a un político popular que ha marcado el rumbo del debate, sin miedo y con más templanza, pero creando ambos un ruido del que apenas se han extraído propuestas.