Presidente de Guyana reitera que la reunión con Maduro es para rebajar tensión pero no para negociar frontera

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El presidente de Guyana, Irfaan Ali, ha dejado en claro que su próxima reunión con Nicolás Maduro no tiene como objetivo negociar la frontera terrestre en disputa entre ambos países. Ali insiste en que el tema de la frontera debe ser resuelto por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que Guyana respetará la decisión final del tribunal.

La reunión entre Ali y Maduro, que se llevará a cabo en San Vicente y las Granadinas, ha sido auspiciada por el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. El objetivo principal del encuentro es rebajar la tensión que se ha generado por el conflicto bilateral sobre el territorio del Esequibo, que abarca cerca de 160.000 kilómetros cuadrados.

En una carta dirigida al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, Ali hizo hincapié en que tiene el respaldo unánime de la Asamblea Nacional de Guyana para no discutir la frontera terrestre en las negociaciones bilaterales. La solución, según Ali, debe ser buscada en la CIJ.

Ali también respondió a las afirmaciones inexactas de Maduro en una carta enviada a Gonsalves el día anterior. Maduro mencionó concesiones petroleras en una zona marítima por delimitar, pero Ali aseguró que todos los bloques petroleros se encuentran dentro de aguas de Guyana según el derecho internacional. Además, recordó que la explotación del bloque Stabroek se ha llevado a cabo sin interferencias de Venezuela, a pesar de estar más cerca de la costa venezolana que los bloques licitados en 2022.

En relación a la acusación de Maduro sobre el supuesto involucramiento del Comando Sur de Estados Unidos, Ali afirmó que Guyana tiene el derecho soberano de cooperar con sus socios bilaterales y que cualquier acusación de una operación militar contra Venezuela en su territorio es falsa, engañosa y provocadora.

Ali reiteró en la carta que Caracas no ha presentado pruebas creíbles para argumentar la nulidad e invalidez del Laudo Arbitral de 1899, que estableció la frontera entre la antigua Guayana Británica y Venezuela. También criticó la negativa de Venezuela de aceptar la mediación de la CIJ, a pesar de que el Acuerdo de Ginebra de 1966, invocado por Venezuela, implica aceptar el fallo de la corte internacional como solución final de la controversia.

El conflicto se intensificó después de que Venezuela aprobara, en un referendo unilateral el 3 de diciembre, la anexión del Esequibo y ordenara el asentamiento de una división militar cerca del área disputada. Hasta el momento, no ha habido incursiones militares, pero la tensión sigue en aumento.