La ineligibilidad de María Corina Machado será el tema central en la agenda política venezolana en los próximos meses. Esto se debe a que esa ineligibilidad representa el bloqueo a la transición democrática y la reconstrucción del país. Discutir sobre una cosa implica discutir sobre la otra.
Eliminar esa ineligibilidad es una de las tareas más importantes, si no la más importante, que enfrenta la oposición democrática venezolana en la actualidad.
María Corina y la oposición venezolana tienen la fuerza necesaria para derribar esa ineligibilidad y abrirse paso hacia Miraflores. Cuentan con la fuerza de un profundo sentimiento nacional que ruge en las entrañas del país y busca una salida. Parte de esa fuerza se manifestó tímidamente el 22 de octubre, cuando se registraron más de dos millones de votos en contra del régimen.
Estos votos no son simples papeletas en cajas de cartón, son almas, corazones y mentes encendidas que anhelan encontrar el camino para recuperar el país. Esta fuerza apenas ha mostrado su rostro, aún no ha revelado su extensión y fortaleza. María Corina tiene el liderazgo necesario para impulsar su emergencia y derribar su ineligibilidad. Para lograrlo, debe asegurarse de lo siguiente:
Todo lo anterior brinda la oportunidad para que María Corina continúe y intensifique lo que ha estado haciendo durante mucho tiempo, especialmente en relación a La Primaria: recorrer el país, movilizar y entusiasmar.
Ahora tiene más fuerza y legitimidad para hacerlo, ya que es la candidata unitaria de la oposición; el rostro y el anhelo del sueño de cambio en Venezuela.