¡IMPORTANTE! Recomendaciones del Dr. Julio Castro para atender a pacientes con COVID-19 que no necesitan hospitalización

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El médico infectólogo Julio Castro ofreció este sábado una serie de consejos para saber cómo actuar con un familiar o paciente positivo de COVID-19 desde los hogares.

Caraota Digital

Las recomendaciones las realizó para las personas que no necesitan asistencia de un centro hospitalario o que no presenta fallas respiratorias.

A través de su cuenta de Instagram (@juliocastrom), inicialmente señaló que durante los primeros dos días antes de presentarse síntomas como pérdida de olfato, tos o fiebre, la persona se encuentra en el mayor punto de poder contagiar el virus.

No obstante, Castro explicó que, luego de 10 y 15 días, baja la posibilidad de que el paciente sea un transmisor.

“La fiebre en esta enfermedad es muy prolongada, puede dudar hasta quince días, no como otras enfermedades como la gripe que duran un lapso de hasta tres días”, dijo.

Además de eso, detalló que la tos se suele presentar en su mayor pico entre los seis u ochos días, aunque resaltó que no todos los contagiados presentan este síntoma.

También habló de que la dificultad respiratoria, la cual puede presentarse a partir del séptimo día. “No es normal que de un momento a otro se tenga fallas respiratorias, ocurren en días(…) no de un minuto a otro”, indicó.

Manejo de la fiebre
Castro consideró que era muy importante controlar la fiebre. Para eso, explicó que ningún medicamento para la fiebre tiene incidencia en el virus de COVID-19.

Asimismo, recomendó buscar medicamentos para controlar la fiebre, como Acetaminofen o Ibuprofeno. En relación al primero, se puede tomar hasta dos dosis máximas, un gramo cada 4 o 6 horas, «pero no más de 4 gramos al día» porque será tóxico para el paciente.

«Si con esa dosis no controla la fiebre, necesita un segundo medicamento, bien intercalado o sustituido. En este momento consulte un medico para que le recomiende el medicamento para intercalar», dijo.

Julio Castro afirmó que bañarse con agua templada también ayuda a manejar la fiebre. Además, precisó que es muy importante hidratarse.

“Bañarse también ayuda a manejar la fiebre. Aunque hay que decir que la fiebre, tanto como su duración como sus niveles, no son un signo de que el paciente vaya a fallecer de una dificultad respiratoria”, aseveró.

El médico infectólogo explicó que la tos se producía cuando se tenía una inflación en el sistema respiratorio, pero que no indicaba que nadie se vaya a morir.

Sugirió hacer aspiraciones de vapores de agua para humificar las vías aéreas. En ese sentido, resaltó que los medicamentos para la tos lo único que hacía era calmar, era un sedante, pero no era la cura para la tos.

Igualmente, evitar las cosas que puedan exacerbar la tos. Por ejemplo, si hablar produce que tosa más, es mejor mantenerse en silencio.

«¿Cuando se convierte en un problema serio? cuando se produce dificultad respiratoria. Allí es un fenómeno importante y debe tratarse con medicamentos recetados por un médico», comentó.

Dificultad respiratoria
Castro subrayó que existían diversas maneras para poder saber si se tiene dificultad respiratoria, aunque aseveró que era algo complicado.

«El elemento más objetivo es temer un saturometro, es una medición objetiva de mi cantidad de oxigeno en la sangre», dijo.

Por otro lado, Castro manifestó que otra manera de identificarlo es reconocer si se tiene sensación de agotamiento en actividades que son normales. Por ejemplo, si ha tenido fiebre y malestar, y se para de su cama al baño o la nevera y se cansa, entonces es posible.

Destacó que era necesario diferenciar dificultad respiratoria con debilidad. No obstante, recomendó una prueba:

«Por favor, rece el padre nuestro con el teléfono grabando. o que me describa la letra de una canción. Oyéndolo, puedo saber cómo es la cadencia de la voz de la persona. Sé si tiene algún grado de dificultad respiratoria, sí tiene que hacer pausa. Sí un familiar habla entrecortado, si la potencia de su voz no es normal, tiene dificultad respiratoria. Ponle a leer un texto, y puede saber», dijo.

Asimismo, el doctor también añadió que otra opción era poner un papel encima del pecho de la persona y evaluar la oscilación del papel, cada subida y bajada era una respiración.

«Normalmente las personas tienen entre 14/15 respiraciones por minuto, si tiene más no es normal», añadió.