Después de una gran presión y controversia en torno al beso que le dio a una jugadora el mes pasado, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, finalmente renunció a su cargo el domingo.
Rubiales se encontraba en el ojo del huracán después de que besara a Jenni Hermoso en los labios durante la ceremonia de premiación del Mundial Femenino en Sídney, Australia. La jugadora afirmó que el beso fue sin su consentimiento.
Tras su suspensión temporal por parte de la FIFA y las acusaciones de agresión sexual y coacción por parte de los fiscales españoles, Rubiales decidió dar un paso al costado y renunciar a su puesto. En un mensaje publicado en Twitter, afirmó que no podía regresar al cargo debido a las múltiples acusaciones en su contra.
A pesar de haber insistido en que el beso fue consensuado y en un momento de alegría, Hermoso negó esta versión y denunció presiones por parte de la federación para mostrar su apoyo a Rubiales.
La renuncia de Rubiales fue recibida con satisfacción por parte de los aficionados, jugadores y políticos, quienes consideraron su acto como sexista y abuso de autoridad. El secretario de Estado de Deportes de España, Víctor Francos, afirmó que la dimisión era lo que la sociedad española había estado pidiendo.
Rubiales también renunció como vicepresidente de la UEFA para evitar dañar la reputación de la candidatura conjunta de España para albergar la Copa Mundial masculina de 2030.
La Federación Española de Fútbol confirmó la dimisión de Rubiales y anunció que convocaría elecciones para elegir a un nuevo presidente.
En una entrevista televisiva, Rubiales explicó que su decisión se basó en la necesidad de proteger su dignidad y evitar daños a las personas y al deporte que ama.
Con esta renuncia, la Federación Española de Fútbol se encuentra en busca de un nuevo líder que pueda superar esta controversia y llevar al fútbol español hacia un futuro exitoso.
Por VOA