El lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó una resolución presentada por Rusia que condenaba la escalada de violencia en Oriente Medio. La medida fue rechazada por no mencionar el ataque sorpresa de Hamas a Israel, que resultó en la muerte de al menos 1.400 personas. En medio de esta situación, Israel se preparaba para un inminente ataque terrestre en la Franja de Gaza, después de una serie de ataques aéreos y de artillería que han cobrado la vida de al menos 2.750 personas, según informaron funcionarios.
Este rechazo a la resolución rusa tuvo lugar poco antes de la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Israel el miércoles. La visita tiene como objetivo equilibrar el apoyo a un aliado clave con la solicitud de reducir las operaciones militares en Gaza.
La resolución rusa solo recibió el respaldo de cuatro países, mientras que otros cuatro, incluido Estados Unidos, votaron en contra y seis se abstuvieron. Sin embargo, un segundo texto propuesto por Brasil, que condena claramente al grupo islamista, parece tener un mayor respaldo y se espera que sea votado la noche del martes, según diplomáticos.
A pesar del fracaso de la resolución rusa, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, destacó que esta iniciativa incitó al Consejo a tomar medidas. Por su parte, el embajador de Israel, Gilad Erdan, afirmó que el Consejo de Seguridad se encuentra en uno de los momentos más cruciales desde su fundación después de la Segunda Guerra Mundial, ya que no ha adoptado una resolución sobre la situación en Israel y los territorios palestinos desde 2016. Erdan cuestionó si el Consejo apoyaría la lucha por la civilización o si permitiría el genocidio de los yihadistas que buscan asesinar a los infieles. Según él, como un organismo dedicado a la seguridad, no debería haber lugar para dicha pregunta.
El embajador palestino, representante de la Autoridad Palestina con sede en Cisjordania, afirmó que el Consejo tiene la responsabilidad moral de tomar medidas a través de una resolución para detener el ataque de Israel en la Franja de Gaza, que según él, cobra la vida de 12 personas cada hora. Riyad Mansour pidió al Consejo no enviar el mensaje de que las vidas de los palestinos no importan.
Mientras tanto, Israel ha cortado los suministros de agua y electricidad en la aislada Franja de Gaza, y ha instado a más de un millón de personas a abandonar el norte del densamente poblado enclave. La agencia de la ONU encargada de apoyar a los refugiados palestinos advirtió sobre una «catástrofe humanitaria sin precedentes» si no se restablecen los suministros vitales de agua y otros servicios básicos en la Franja de Gaza.