“SALARIOS DE HAMBRE”: las mayores protestas en años sacuden a Venezuela ante una inflación anual de más del 305%

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Los trabajadores organizaron al menos 50 manifestaciones el lunes y más de 150 en todo el país en la última semana. El sueldo mensual mínimo de un maestro está en 10 dólares

Infobae

Maestros y jubilados marcharon el lunes en al menos seis ciudades de Venezuela en demanda de mejoras salariales, mientras el régimen de Nicolás Maduro ve aparecer más fisuras en su política antinflacionaria.

El régimen no ha ajustado los salarios de los empleados del sector público, incluidos los educadores, desde marzo, en momentos que la inflación anual de 2022 habría sido 305%, según estimaciones de un grupo no gubernamental de economistas que calcula indicadores ante la ausencia de datos oficiales.

El retraso en las aumentos se debe a la estrategia de oficial de reducir el gasto público para frenar la inflación. Esa medida se ha acompañado con la limitación del crédito y el anclaje del tipo de cambio que lleva al Banco Central a colocar divisas en efectivo en la banca local.

El salario mensual mínimo de un maestro está en 10 dólares y el de un profesor universitario entre 60 y 80 dólares mensuales.

“Nuestros salarios son una miseria. Gano 460 bolívares mensuales (cerca de 23 dólares). Eso desde marzo (del 2022) que fue el último aumento y eso se ha devaluado”, dijo Odalis Aguilar, una maestra de 50 años, durante una marcha convocada por los gremios educativos, en la ciudad de Maracay, a unos 120 kilómetros al suroeste de Caracas.

Agregó a que aspira a un salario de 300 dólares al mes, “necesitamos sueldo digno”.

En el central estado Carabobo, docentes y empleados públicos también se manifestaron.

“La alimentación son carbohidratos, nada de proteína, pocos vegetales, es muy precaria (…) Nuestra medicina se basa en tés y guarapos porque no nos alcanza el dinero para comprar ni un acetaminofén”, dijo Reina Sequera, profesora del departamento de Matemáticas y Física de la Universidad de Carabobo, quien gana unos 40 dólares al mes.

En San Cristóbal, capital del fronterizo estado Táchira, decenas de maestros marcharon por las principales avenidas con pancartas, algunas con imágenes alusivas a calaveras en alusión a lo que llaman salarios de hambre. También se sumaron trabajadores del sistema de salud público.

Alrededor de los manifestantes había camiones policiales acordonando la zona, según testigos de la agencia de noticias Reuters.

Ese bono del fin de semana “no llega a 30 dólares (…) ¿con eso vives Maduro?, le tiras migajas al pueblo”, dijo Gladys Chacón, presidenta del Colegio de Licenciados en Educación de Táchira, quien añadió que la bonificación era sólo un “contentillo” o para contener la protesta educativa.

Los trabajadores del sector público de Venezuela están organizando las mayores protestas antigubernamentales en años, a medida que se van quedando rezagados en una economía que ha abrazado el dólar estadounidense.

Cientos de profesores marcharon el lunes por el centro de Caracas, a ellos se les unieron enfermeras, jubilados y otros trabajadores, para exigir mayores salarios que compensen la rápida depreciación de la moneda local.

Los trabajadores organizaron al menos 50 protestas el lunes y más de 150 en todo el país en la última semana, según estimaciones preliminares del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, que realiza un seguimiento del malestar social en el país.

Al permitir la libre circulación del dólar, el régimen ayudó a orquestar una recuperación tras la crisis económica de 2013-2020, una de las caídas más profundas de la historia mundial. Pero mientras muchos empleados del sector privado ahora cobran en dólares y disfrutan de un aumento de su nivel de vida, los trabajadores del sector público que cobran en bolívares, afectados por la inflación, están quedando de lado.

En la protesta del lunes, los manifestantes destrozaron y pisotearon bolívares mientras coreaban que necesitaban salarios dignos para permanecer en su país. Más de siete millones de venezolanos han salido del país en los últimos años.

Maduro puede ser reacio a ordenar una represión violenta como la que se vio en el pasado. Está a la espera de la liberación de más de USD 3.000 millones congelados por las sanciones estadounidenses, y otra ola de derramamiento de sangre podría hacer que Washington bloquee su acceso a los fondos.

“Los educadores están protestando para que comience la discusión del contrato colectivo (…) porque no es posible que dieron un bono, tratando de suspender esta manifestación, de 580 bolívares (29,8 dólares). No queremos bonos, queremos un sueldo (…) que sea suficiente para cubrir las necesidades alimentarias”, dijo a la agencia de noticias EFE el presidente del Sindicato de Maestros de Caracas, Edgar Machado.

La protesta se replicó en varias ciudades de, al menos, 17 de los 13 estados del país, según información compartida en las redes sociales por organizaciones gremiales.

En Caracas, los trabajadores públicos habían convocado a protestar a las afueras del Ministerio de Educación, para intentar ser escuchados por las autoridades, pero cambiaron el lugar de concentración luego de que el chavismo convocara a una manifestación en ese mismo lugar.

La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, dijo a EFE que los salarios y las pensiones, equivalentes a unos 7 dólares, deben estar al mismo nivel del costo de la canasta básica de alimentos que en diciembre tuvo un precio de 371 dólares, de acuerdo a datos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

“Vamos a continuar con una agenda unitaria de lucha, con organización, con unión y movilización de los trabajadores públicos, porque estamos convencidos que si construimos un tejido social de lucha impermeable a las divisiones y a las fracturas, los trabajadores lograremos el objetivo”, apostilló.

La meta, prosiguió, es tener “calidad de vida”, porque actualmente los trabajadores de la enfermería “ni siquiera pueden pagar el pasaje (del transporte público) a su trabajo”.

El sábado, maestros venezolanos afines al chavismo marcharon en Caracas para mostrar su respaldo al Gobierno, al tiempo que pidieron buscar alternativas que permitan “recuperar” el poder adquisitivo “en medio de la guerra económica”.